El Acero ha dado una nueva muestra de que no se lo va a poner fácil a los equipos que quieran disputar la promoción de ascenso a segunda división B. Desde la quinta posición, donde se quedaría sin premio, los rojiblancos siguen presionando a los rivales que les preceden en la clasificación, gracias a la victoria sobre el Alicante (2-0).
En un partido con el viento como acompañante, los porteños se mostraron algo inseguros en defensa durante un par de fases, pero Sergio estuvo atento para desbaratar el peligro. En ataque, mientras, los aceristas estuvieron muy activos, especialmente en la primera mitad.
Richi ya avisó con un chut cruzado cuando apenas se habían superado los 50 segundos de juego y a partir de ahí se fueron produciendo las aproximaciones peligrosas a cargo de Nicolau, Noé y el propio Richi, que no acertó a rematar a gol un balón franco cuando solo un defensa resguardaba la portería.
Lo que tanto había costado en la primera parte solo tardó dos minutos de la segunda parte en llegar. Fue tras una falta lateral lanzada por Richi, que Abarca cabeceó a la red desde la frontal del área pequeña.
El Alicante se descompuso a raíz del tanto y los locales tuvieron ocasiones de sentenciar, aunque no lo hicieron hasta 20 minutos de final, cuando Oliva resolvió una indecisión defensiva de los visitantes con una gran vaselina.
Este triunfo mantiene a los aceristas en la lucha por la cuarta plaza, a la que tratarán de acercarse un poco más el próximo fin de semana cuando rindan visita al desahuciado colista, el Altea.
