Por contra, los alicantinos «sufren al final cuando el partido tiene un ritmo alto, así que ese debe ser nuestro objetivo para ganar», señala el técnico rojiblanco. Pese a las molestias físicas que arrastran varios futbolistas, como Oliva o Camarasa, Dani tendrá a toda la plantilla a su disposición, ya que la trayectoria del equipo está provocando que «todos tengan muchas ganas de jugar y se olviden de los pequeños problemas físicos», apunta el entrenador porteño.
Dificultad añadida
Si ya resulta sorprendente la trayectoria acerista para un equipo recién ascendido que supo que competiría en tercera unas semanas antes de iniciar el campeonato, las condiciones en las que juega y entrena en el Fornás mientras se desarrollan las obras de remodelación añaden más mérito a la hazaña rojiblanca. En este sentido y a las carencias en la iluminación, agravadas por el cambio horario, se han unido en las últimas semanas los problemas con los calentadores de agua, que provocaron incluso una mención del árbitro en el acta tras el último partido.