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El Alser BM Puerto obtuvo ante el Naturhouse La Rioja su primera victoria de la temporada (34-31) que no solo da tranquilidad a los rojiblancos sino que también les permite salir de los puestos de descenso.

 

Para ganar al equipo de Nikola Prce, que cuajó uno de sus partidos más grises en el pabellón del polideportivo internúcleos, los porteños necesitaron la aportación de la portería, la defensa, especialmente en la primera mitad, el ataque, donde Stefanovic se convirtió en un bombardero en el tramo decisivo, y la afición, que volvió a vivir con gran intensidad la fiesta de Asobal.

 

Los hombres de Goran Dzokic empezaron el partido muy bien. Con una rotación corta pero bien llevada, la defensa abierta encontraba un aliado en Patxi Peg, mientras Nacho Moya en la dirección y Chelu Cid en el lanzamiento se encargaban de mantener un bien ritmo anotador.

 

El Naturhouse, mientras, trataba de contrarrestar la movilidad de la primera linea rojiblanca y en ataque solo encontraba los espacios en la defensa rival desde los extremos, donde contó con un gran acierto tanto de Juárez como de Curuvija, que también lanzaron los penaltis para anotar 18 de los 31 goles riojanos.

 

La igualdad de los primeros minutos se rompió con un parcial de 6-1 para los locales, que apretaron en defensa y pudieron correr para levantar por vez primera a sus aficionados de los asientos. Un tiempo muerto de Jota González volvió a poner orden en el juego, después del relevo en su portería y algún ajuste que les condujo a las primeras contras.

 

El paso por los vestuarios no sentó bien a los hombres de Goran Dzokic, que vivieron sus peores momentos coincidiendo con el único tramo en el que la portería visitante se mostró acertada. Los fantasmas volvieron a aparecer con las lentas transiciones defensivas que permitieorn al Ciudad de Logroño anotar 6 goles en los 5 primeros minutos de la reanudación.

 

Sin embargo, los porteños no estaban dispuestos a ceder y empezaron a encontrar a Stefanovic en ataque, aunque no era el único que brillaba. El cambio en la portería del Alser, donde un buen Peg dio paso a un excelente Bruixola, resultó otra de las claves de un triunfo, que los locales se aseguraron gracias a su capacidad para aprovechar los errores del rival en un final eléctrico.

 

Con cada gol vitoreado en las gradas como una victoria, una energía que mitigó el gran desgaste físico, la celebración final descargó toda la tensión de las cinco primeras derrotas. Estos primeros puntos permiten a los hombres de Gorazn Dzokic escalar hasta la decimotercera posición antes de viajar a la cancha del penúltimo.