El Acero sondea con cierta desesperación el mercado de fichajes ante la necesidad de reforzar la plantilla. El ascenso administrativo de última hora a tercera división y la renuncia de un par de jugadores, Redón e Iván García, a vestir de rojiblanco ante la nueva situación obligan a la entidad presidida por Carlos Arana a incorporar a «un delantero, hombres de banda y algún defensa», según explica el entrenador Dani García.
Después de las «buenas sensaciones» de las primeras sesiones de trabajo, los porteños disputarán el próximo miércoles su primer amistoso. Sobre esta fase de preparación, el técnico reconoce que «la hemos programado para 6 semanas, incluyendo las dos primeras jornadas de liga», así que pide «paciencia» a la afición durante el primer mes de competición.
Con la segunda fase de las obras del Fornás como otra de las preocupaciones, el club ha hecho un llamamiento a su masa social para que «demuestre que quiere un equipo en tercera». De esta forma, los rojiblancos esperan sentirse arropados en una temporada «muy larga» que incluye 6 jornadas entre semana y 11 coincidencias como local con el Saguntino. Pese a la dureza del reto de eludir las cinco plazas del descenso, el acerismo espera disfrutar de este año que se presenta «muy bonito, porque repasas los rivales y está lleno de equipos históricos», apunta el entrenador.
El Saguntino, por su parte, ha vivido con algo más de tranquilidad todos los movimientos que se han sucedido en los últimos días. Los rojillos cumplen su segunda semana de trabajo, que les ha llevado a disputar su primer partido de pretemporada antes del fin de semana de descanso. Los hombres de Dani Ponz debutaron el miércoles en la ciudad deportiva de Villareal (3-1), donde se midieron al filial amarillo.
Aunque el encuentro manifestó el diferente ritmo en el que se encuentran estos equipos, separados por dos categorías, los saguntinistas plantaron cara y llegaron a igualar la primera desventaja, gracias a un tanto de Migue. Sin embargo, los castellonenses se llevaron el triunfo en la segunda parte, cuando superaron algunas situaciones de peligro para sentenciar en los últimos minutos gracias a un penalti.