Foto de la recepción
La concejala de Contratación, Laura Casans, reconocía ayer que «cuestiones de accesibilidad nos impiden abrir el monumento, aunque esperamos agilizar todos los trámites para que esté listo antes de que acaba el año».
Los últimos retrasos para hacer efectiva la puesta en valor del elemento central del patrimonio industrial en el Port se deben a que la licitación del elevador quedó desierta en un primer intento.
A este respecto, la concejala popular ha reconocido que «en el primer pliego estábamos algo perdidos, porque es un ascensor con una caracterísiticas muy específicas. Después de sondear a varias empresas especializadas —apunta Casans—creemos que el problema pudo estar en los plazos, ya que se fijó en 90 días que es un tiempo poco real».
Por este motivo, los técnicos están tratando de precisar ésta y otras «cuestiones técnicas» para tener más éxito en la segunda licitación y que la paertura al público del Alto Horno sea una realidad en los próximos mesas.
