Siete largos años han tenido que pasar para que el Acero vuelva a una promoción de ascenso a tercera división.
Con 6 jornadas por disputar en la presente temporada de preferente, los rojiblancos sellaron su clasificación para esa fase final tras imponerse al San Pedro a domicilio y ver cómo los resultados de sus rivales les hacían inalcanzables para el cuarto clasificado, que marca la frontera de los equipos que no disputan esa promoción.
El último precedente de los porteños en esa postemporada de 2004 tiene un sabor agridulce, ya que no pudieron lograr el ascenso directo que se resolvía en aquel entonces por un sistema de liguilla. Sin embargo, acabaron subiendo al aprovecharse de los ascensos y descensos de los equipos valencianos entre tercera y segunda B, así como de su condición de mejor segundo de los cuatro grupos de preferente.
Precisamente esa «nefasta» campaña en el regreso a categoría nacional pareció afectar a la trayectoria del club, que incluso llegó a deambular en la parte media de la clasificación de preferente durante varios meses, hasta que la llegada de Dani García ha devuelto a los aceristas el «espíritu ganador» que parecía perdido.
Pese a tener en el bolsillo el principal objetivo con el que arrancó esta temporada, los rojiblancos todavía tienen retos en este mes y medio que resta para acabar la campaña regular. En este sentido, los hombres de Dani García tratarán de asegurar la primera plaza del grupo en su pugna con el Burriana, así como el liderato de los cuatro grupos de preferente, donde tiene una desventaja de 3 puntos con respecto a la Llosa.
Por lo que respecta a su último compromiso, los porteños ganaron en el Grao de Castellón por 0 a 1, gracias a un tanto de Ángelo en el tramo final del partido. Hasta ese momento, los visitantes se habían mostrado muy superiores, pero no habían sido capaces de perforar la portería del San Pedro.
Con 6 jornadas por disputar en la presente temporada de preferente, los rojiblancos sellaron su clasificación para esa fase final tras imponerse al San Pedro a domicilio y ver cómo los resultados de sus rivales les hacían inalcanzables para el cuarto clasificado, que marca la frontera de los equipos que no disputan esa promoción.
El último precedente de los porteños en esa postemporada de 2004 tiene un sabor agridulce, ya que no pudieron lograr el ascenso directo que se resolvía en aquel entonces por un sistema de liguilla. Sin embargo, acabaron subiendo al aprovecharse de los ascensos y descensos de los equipos valencianos entre tercera y segunda B, así como de su condición de mejor segundo de los cuatro grupos de preferente.
Precisamente esa «nefasta» campaña en el regreso a categoría nacional pareció afectar a la trayectoria del club, que incluso llegó a deambular en la parte media de la clasificación de preferente durante varios meses, hasta que la llegada de Dani García ha devuelto a los aceristas el «espíritu ganador» que parecía perdido.
Pese a tener en el bolsillo el principal objetivo con el que arrancó esta temporada, los rojiblancos todavía tienen retos en este mes y medio que resta para acabar la campaña regular. En este sentido, los hombres de Dani García tratarán de asegurar la primera plaza del grupo en su pugna con el Burriana, así como el liderato de los cuatro grupos de preferente, donde tiene una desventaja de 3 puntos con respecto a la Llosa.
Por lo que respecta a su último compromiso, los porteños ganaron en el Grao de Castellón por 0 a 1, gracias a un tanto de Ángelo en el tramo final del partido. Hasta ese momento, los visitantes se habían mostrado muy superiores, pero no habían sido capaces de perforar la portería del San Pedro.
