Prce en una acción de ataque en la segunda mitad (Foto: Toni Arnau)
La Marea Rojiblanca ha alcanzado hoy una grado máximo de ebullición con la visita del Barcelona Borges. Lo que empezó siendo un paseo azulgrana (0-4) acabó convirtiéndose en una derrota con honor (29-32) y ofreció momentos de máxima emoción que pusieron en pie a los aficionados con asiento reservado desde media hora antes del inicio del choque.
En un partido televisado en directo y declarado día del club, el pabellón internúcleos de Sagunto volvió a quedarse pequeño, ya que se llenó en cada rincón donde podía verse la pista. Desde el calentamiento se respiraba el mejor ambiente de balonmano y lo visto sobre la cancha no decepcionó la gran expectación que rodeaba al encuentro.
Tras un arranque atropellado en el que la pareja arbitral advirtió que no iba a regalar nada a los locales, el virtual campeón de liga exhibió su facilidad ofensiva, con continuos movimientos que desarbolaban la defensa rojiblanca con los lanzamientos de Nagy y la batuta de Iker Romero. En uno de sus últimos partidos en la liga Asobal, ya que este verano pone rumbo a Alemania, el vitoriano no sólo dirigió y goleó si no que también dedicó una sonrisa a cada petición de autógrafo o foto con que se encontró durante la noche.
En ese arranque, el Alser se atascaba en ataque, pero iba encontrando soluciones pese a las ausencias en su primera línea de Fernando Latorre, Iago Muiña, Sasa Djukic e incluso Nikola Prce durante cerca de 30 minutos del partido. En esos momentos, el Barcelona aprovechaba cualquier resquicio para anotar, pero los rojiblancos conseguían recuperaciones y dificultaban el juego rival con una defensa abierta, mientras limitaban sus pérdidas neutralizando la contra azulgrana.
Tan igualado estaba el partido que Xavi Pascual se vio obligado a solicitar un tiempo muerto en el minuto 21 (10-11), momento que la afición rojiblanca aprovechó para tributar en pie una sentida ovación a los suyos. Tras ese pequeño descanso, Backovic, Sifre y Jorge Sánchez dispusieron de lanzamientos desde los 6 metros para empatar, pero la igualada se le resistió al Alser antes del intermedio, cuando Sifre incluso falló un penaltí.
El paso por los vestuarios no rebajó los ánimos. Un parcial de salida de 2-0 dio por fin el premio de las tablas a los rojiblancos (14-14), que incluso dispusieron de una posesión para adelantarse después de un gran parada de Patxi Peg. Sin embargo, en ese punto pareció agotarse la gasolina.
Los errores que tanto habían evitado los rojiblancos aparecieron para facilitar el contragolpe del Barça. Sin Juanín sobre la pista, que descansó junto a Rutenka e Igropulo, el extremo zurdo Víctor Tomás comandó esta ofensiva que permitió a los visitantes estirar su ventaja hasta los 8 goles (19-27).
Pero el Alser no sabe rendirse en casa. O no puede porque su afición no se lo permite. Con Prce de nuevo en la cancha, más el electrizante Jorge Sánchez, el bregador Iker Serrano o el atrevido Nacho Nebot, los rojiblancos no dejaron tranquilos al Barcelona Borges, que tuvo que centrarse de nuevo en el tramo final para asegurar su vigésimo cuarta victoria en otras tantas jornadas.
Lo peor de otra noche de fiesta fue la lesión de Ivan Lapcevic, a quien se sometió a una primera exploración en la que se apunta la necesidad de pasar por el quirófano. Este nuevo contratiempo hace más atractivo el parón de dos semanas que sufre ahora la competición con el objetivo de recuperar a alguno de los lesionados de cara a la visita al Quijote Arena.
Por el Alser salieron de inicio Peg, Jorge Sánchez (5), Backovic (3), Lapcevic, Prce (6, 1p), Rubén Ruiz (3) y Sifre (2p). También jugaron Bruixola, Samuel Ibáñez, Serrano (4), Nebot (3), Tarrasó (2), Bauer y Fernández (1).
Parciales cada 5 minutos: 1-4, 3-6, 6-9, 8-11, 11-12, 12-14 (descanso), 14-18, 17-21, 19-25, 22-28, 26-30 y 29-32.
