Dentro del programa de conmemoración del centenario del Grupo Escolar Sota y Aznar. Edificio de la Escuela de Aprendices, ayer tuvo lugar el acto «Mesa redonda: Presente y Futuro de la formación Profesional» con gran afluencia de público y su participación al final en el turno de preguntas a los componentes de la mesa que fueron: Joaquín Bolumar (Presidente de la Asociación Amigos de la Escuela de Aprendices) Antonio Muñoz, director del IES Eduardo Merello; Fernando Marhuenda, catedrático en Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Valencia, y Miguel Soler García; director general de Formación Profesional del Ministerio de Educación.
Los tres ponentes coincidieron en mantener el espíritu de corresponsabilidad que presidía la ley de formación profesional de 1990 de todos los agentes sociales, y de prestigiar la figura del aprendiz como la base cualificada de un futuro productivo a medio plazo. Asimismo manifestaron que «Es necesario desterrar de la opinión pública la idea de que quien no quiere estudiar va a la FP. Y ese prestigio debe empezar por el mismo discurso político y por la actitud de los empresarios quienes deben apoyar sus estrategias productivas y de mercado en personal cualificado: los aprendices» señalaron.
Las intervenciones fueron en la línea de que no es posible «posicionarnos en Europa como país de servicios si se sigue considerando a los aprendices como mano de obra auxiliar y barata». Y que es necesario implementar en los centros de formación profesional la «posibilidad de formarse profesionalmente durante toda la vida y aprovechar los recursos (profesorado, centros, talleres, aulas, maquinaria y utensilios) para formar a jóvenes generaciones o profesionales poco cualificados diversificando horarios y aumentando la oferta de formación reglada».
Los tres ponentes coincidieron en mantener el espíritu de corresponsabilidad que presidía la ley de formación profesional de 1990 de todos los agentes sociales, y de prestigiar la figura del aprendiz como la base cualificada de un futuro productivo a medio plazo. Asimismo manifestaron que «Es necesario desterrar de la opinión pública la idea de que quien no quiere estudiar va a la FP. Y ese prestigio debe empezar por el mismo discurso político y por la actitud de los empresarios quienes deben apoyar sus estrategias productivas y de mercado en personal cualificado: los aprendices» señalaron.
Las intervenciones fueron en la línea de que no es posible «posicionarnos en Europa como país de servicios si se sigue considerando a los aprendices como mano de obra auxiliar y barata». Y que es necesario implementar en los centros de formación profesional la «posibilidad de formarse profesionalmente durante toda la vida y aprovechar los recursos (profesorado, centros, talleres, aulas, maquinaria y utensilios) para formar a jóvenes generaciones o profesionales poco cualificados diversificando horarios y aumentando la oferta de formación reglada».