En la polémica generada sobre la instalación de un crematorio en el tanatorio situado en las proximidades del Hospital de Sagunto, sale a concretar algunas cuestiones, el promotor del proyecto y gerente del tanatorio, Vicente Sanchís quien asegura que este asunto se está sobredimensionando, «se ha generado por algunos partidos, una alarma infundada, no sé si políticamente tendrán algún interés en ello».
En primer lugar, Sanchís coincide con las declaraciones realizadas por el alcalde de Sagunto, Alfredo Castelló, en que se puede instalar un crematorio en cualquier zona urbana del municipio que tenga en el PGOU la calificación similar. «Pero es que además la empresa suministradora del crematorio, me ha confirmado que han suministrado 177 ejemplares este tipo de crematorios que están legalizados para colocarse en núcleos urbanos».
Por otro lado, resalta el promotor del proyecto: «si no estuviera seguro de que ese crematorio no emite más que vapor, no estaría dispuesto a hacer una inversión de 300.000 euros para después tener que cerrarlo, porque una inspección encuentre algún problema. Porque la principal perjudicada sería la empresa».
Para Sanchís, es «lamentable» que un municipio como Sagunto, con más de 70.000 habitantes no disponga de un crematorio, «cuando entre un 20% y un 30% de los fallecido han dispuesto ser incinerados, y es una tendencia que va en aumento». Prosigue este empresario señalando, que al parecer, al Ayuntamiento le da lo mismo tener un crematorio o no, «pero si se complican las cosas lo montaré en Canet». Y añade que le entristece que se complique la situación, porque lo que «se persigue es la comodidad» para los usuarios, apostilla.
La posibilidad de instalar el crematorio en el cementerio del Puerto, para el gerente del tanatorio, es desplazar la instalación unos 300 ó 400, se restaría comodidad a la familia y amigos asistentes al funeral, porque tendrían que desplazase al cementerio con los coches, «generando problemas de tráfico innecesarios, ya que si se instala en el cementerio, también estaría próximo a viviendas».
Finalmente, Vicente Sánchis apunta que para este tipo de instalaciones, en lo que a los funerales viene familiares y amigos de otras poblaciones, «lo más frecuente es instalarlos en lugares bien comunicados y conocidos, como un hospital para que la localización sea más fácil». Y no quiere concluir sin recordar que en el «hospital ya existe un crematorio».
En primer lugar, Sanchís coincide con las declaraciones realizadas por el alcalde de Sagunto, Alfredo Castelló, en que se puede instalar un crematorio en cualquier zona urbana del municipio que tenga en el PGOU la calificación similar. «Pero es que además la empresa suministradora del crematorio, me ha confirmado que han suministrado 177 ejemplares este tipo de crematorios que están legalizados para colocarse en núcleos urbanos».
Por otro lado, resalta el promotor del proyecto: «si no estuviera seguro de que ese crematorio no emite más que vapor, no estaría dispuesto a hacer una inversión de 300.000 euros para después tener que cerrarlo, porque una inspección encuentre algún problema. Porque la principal perjudicada sería la empresa».
Para Sanchís, es «lamentable» que un municipio como Sagunto, con más de 70.000 habitantes no disponga de un crematorio, «cuando entre un 20% y un 30% de los fallecido han dispuesto ser incinerados, y es una tendencia que va en aumento». Prosigue este empresario señalando, que al parecer, al Ayuntamiento le da lo mismo tener un crematorio o no, «pero si se complican las cosas lo montaré en Canet». Y añade que le entristece que se complique la situación, porque lo que «se persigue es la comodidad» para los usuarios, apostilla.
La posibilidad de instalar el crematorio en el cementerio del Puerto, para el gerente del tanatorio, es desplazar la instalación unos 300 ó 400, se restaría comodidad a la familia y amigos asistentes al funeral, porque tendrían que desplazase al cementerio con los coches, «generando problemas de tráfico innecesarios, ya que si se instala en el cementerio, también estaría próximo a viviendas».
Finalmente, Vicente Sánchis apunta que para este tipo de instalaciones, en lo que a los funerales viene familiares y amigos de otras poblaciones, «lo más frecuente es instalarlos en lugares bien comunicados y conocidos, como un hospital para que la localización sea más fácil». Y no quiere concluir sin recordar que en el «hospital ya existe un crematorio».
