Tras veintidós años cerrado y más de medio año completamente preparado para abrir sus puertas, el Salón de Actos del Colegio Nuestra Señora de Begoña, conocido también popularmente como el Teatro de Begoña, abrió ayer sus puertas en un acto que sólo puede definirse como emotivo, y que contó con la presencia del Conseller Alejandro Font de Mora, que no confirmó su presencia en Puerto de Sagunto hasta casi ya la tarde, al tener otro acto pendiente en Castellón de la Plana a las 20 h.
La presentación del acto inaugural de la nueva infraestructura cultural corrió a cargo, no obstante, del edil de Cultura, Vicente Vayá, quien se mostró visiblemente emocionado durante toda su intervención, puesto que, según recordó, él era el responsable de Cultura cuando la sala tuvo que cerrarse por sus pésimas condiciones, iniciando así un duro calvario de esperas, problemas técnicos y demoras, por lo que presentar esta apertura, otra vez como concejal del área, supone, en palabras de Vayá, quitarse «una espina clavada en el costado durante estos veintidós años».
Con los datos técnicos ya más que conocidos, una inversión de 1,5 millones de euros, sufragada íntegramente por la Conselleria de Cultura y en donde se han intentado recrear al máximo la apariencia original, incluyendo las luminarias «ojo de buey» donde se recogen dibujos de personajes populares, la atención de la inauguración se centró en el componente emotivo que tiene el salón para alumnos y ex-alumnos del Colegio, así como para generaciones enteras de vecinos del Puerto de Sagunto. Sin duda alguna el momento álgido de la inauguración fue cuando Vicente Sanjosé, ex profesor del centro y maestro de musica, salió a tocar el piano del teatro, que ha regresado a su lugar original tras un largo periplo y una profunda restauración, recibiendo una ovación que puso en pie al público.
Miembros de la Asociación de Antiguos Alumnos, que fueron integrantes de la coral del Colegio Nuestra Señora de Begoña, así como las formaciones musicales de la Unión Musical Porteña, incluido su Coro de Voces Blancas, también tuvieron espacio destacado en la celebración, llenando completamente el aforo de la recién recuperada sala.
En el terreno de las intervenciones políticas, el Conseller Font de Mora alabó las características de la sala, no sólo por su componente emotivo, sino también por aunar la educación con la cultura. Y aunque confesó que si la obra se hubiera planteado hoy sería imposible hacerla, «porque las prioridades son otras» explicó el Conseller, se felicitaba por llevar a buen puerto una obra que ha superado grandes dificultades y no dudó que la gente de la ciudad iba a darle una gran vida a la sala. Además Font de Mora aprovechó para lanzar un guiño, no desprovisto de cierto cariz electoral, al gobierno de la ciudad, al asegurar que tenía Sagunto muy en su mente puesto que, literalmente, «siempre que levanto un papel en Conselleria me encuentro a alguien de Sagunto pidiéndonos algo, el primero el Alcalde que me llama tres veces por semana».
Castelló, por su parte, no dudó en mostrar su satisfacción por recuperar un espacio que, aunque no utilizó como alumno, es muy importante para la ciudad, y reafirmó las palabras de Vayá al asegurarle que con ese acto «muchas personas han conseguido quitarse por fin esa espinita». Además dijo que estas actuaciones no sólo sirven para dar más vida cultural a la ciudad, sino también para que la población «recupere su autoestima».
La presentación del acto inaugural de la nueva infraestructura cultural corrió a cargo, no obstante, del edil de Cultura, Vicente Vayá, quien se mostró visiblemente emocionado durante toda su intervención, puesto que, según recordó, él era el responsable de Cultura cuando la sala tuvo que cerrarse por sus pésimas condiciones, iniciando así un duro calvario de esperas, problemas técnicos y demoras, por lo que presentar esta apertura, otra vez como concejal del área, supone, en palabras de Vayá, quitarse «una espina clavada en el costado durante estos veintidós años».
Con los datos técnicos ya más que conocidos, una inversión de 1,5 millones de euros, sufragada íntegramente por la Conselleria de Cultura y en donde se han intentado recrear al máximo la apariencia original, incluyendo las luminarias «ojo de buey» donde se recogen dibujos de personajes populares, la atención de la inauguración se centró en el componente emotivo que tiene el salón para alumnos y ex-alumnos del Colegio, así como para generaciones enteras de vecinos del Puerto de Sagunto. Sin duda alguna el momento álgido de la inauguración fue cuando Vicente Sanjosé, ex profesor del centro y maestro de musica, salió a tocar el piano del teatro, que ha regresado a su lugar original tras un largo periplo y una profunda restauración, recibiendo una ovación que puso en pie al público.
Miembros de la Asociación de Antiguos Alumnos, que fueron integrantes de la coral del Colegio Nuestra Señora de Begoña, así como las formaciones musicales de la Unión Musical Porteña, incluido su Coro de Voces Blancas, también tuvieron espacio destacado en la celebración, llenando completamente el aforo de la recién recuperada sala.
En el terreno de las intervenciones políticas, el Conseller Font de Mora alabó las características de la sala, no sólo por su componente emotivo, sino también por aunar la educación con la cultura. Y aunque confesó que si la obra se hubiera planteado hoy sería imposible hacerla, «porque las prioridades son otras» explicó el Conseller, se felicitaba por llevar a buen puerto una obra que ha superado grandes dificultades y no dudó que la gente de la ciudad iba a darle una gran vida a la sala. Además Font de Mora aprovechó para lanzar un guiño, no desprovisto de cierto cariz electoral, al gobierno de la ciudad, al asegurar que tenía Sagunto muy en su mente puesto que, literalmente, «siempre que levanto un papel en Conselleria me encuentro a alguien de Sagunto pidiéndonos algo, el primero el Alcalde que me llama tres veces por semana».
Castelló, por su parte, no dudó en mostrar su satisfacción por recuperar un espacio que, aunque no utilizó como alumno, es muy importante para la ciudad, y reafirmó las palabras de Vayá al asegurarle que con ese acto «muchas personas han conseguido quitarse por fin esa espinita». Además dijo que estas actuaciones no sólo sirven para dar más vida cultural a la ciudad, sino también para que la población «recupere su autoestima».