Hace más de un mes que uno de los monitores de la piscina internúcleos está de baja por enfermedad y hasta el día de hoy los otros dos monitores que están operativos han venido cubriendo esta vacante. Sin embargo, hoy se han plantado en señal de protesta, y han decidido cumplir estrictamente con su trabajo, sin asumir las labores del monitor ausente. Esto se debe, entre otras razones, a que no se les pagan las horas extras, puesto que todavía les deben horas del año pasado. Por otro lado, señalan que aumentar los grupos de bañistas para acoger los que no disponen de monitor también plantea un problema de inseguridad.
Como consecuencia de la decisión adoptada por los dos monitores que están operativos, esta mañana se ha tenido que suspender el baño libre y, además, unos 170 niños se han quedado sin poder bañarse. Efectivamente, a la piscina internúcleos acuden los niños de los colegios a la actividad de natación, que están divididos en tres niveles: iniciación, medio y superior. Para cada categoría hay un monitor. Hasta ahora los dos monitores que prestan servicio cubrían la falta del que está de baja y se repartían los niños de ese tercer grupo que estaba desasistido.
Hoy, 16 de junio, se celebraba jornada de puertas abiertas en la que los padres acudían a la piscina para ver la evolución de sus hijos en la actividad de natación. Los 170 niños que iban a participar en esta actividad eran de los colegios: Joaquín Rodrigo, María Inmaculada, Vilamar y San Pedro, en total seis clases. Dado que los monitores han tomado la decisión de no seguir cubriendo la baja, los profesores de los alumnos han creído que no se podía discriminar a un grupo de niños, el que no tiene monitor, de ahí que hayan decidido suspender la actividad.
La situación ha generado el consiguiente malestar entre los padres, muchos de los cuales habían pedido permiso en el trabajo para acudir a la piscina. Al final han presentado más de un centenar de reclamaciones. Tanto el personal como los usuarios han echado en falta la presencia del concejal de deportes, José Luís Martí, que se encontraba en la comitiva que acompañaba al conseller de educación, Alejandro Font de Mora.
Como consecuencia de la decisión adoptada por los dos monitores que están operativos, esta mañana se ha tenido que suspender el baño libre y, además, unos 170 niños se han quedado sin poder bañarse. Efectivamente, a la piscina internúcleos acuden los niños de los colegios a la actividad de natación, que están divididos en tres niveles: iniciación, medio y superior. Para cada categoría hay un monitor. Hasta ahora los dos monitores que prestan servicio cubrían la falta del que está de baja y se repartían los niños de ese tercer grupo que estaba desasistido.
Hoy, 16 de junio, se celebraba jornada de puertas abiertas en la que los padres acudían a la piscina para ver la evolución de sus hijos en la actividad de natación. Los 170 niños que iban a participar en esta actividad eran de los colegios: Joaquín Rodrigo, María Inmaculada, Vilamar y San Pedro, en total seis clases. Dado que los monitores han tomado la decisión de no seguir cubriendo la baja, los profesores de los alumnos han creído que no se podía discriminar a un grupo de niños, el que no tiene monitor, de ahí que hayan decidido suspender la actividad.
La situación ha generado el consiguiente malestar entre los padres, muchos de los cuales habían pedido permiso en el trabajo para acudir a la piscina. Al final han presentado más de un centenar de reclamaciones. Tanto el personal como los usuarios han echado en falta la presencia del concejal de deportes, José Luís Martí, que se encontraba en la comitiva que acompañaba al conseller de educación, Alejandro Font de Mora.