La concejala de Personal del Ayuntamiento de Sagunto, Concha Peláez, no despejó a los grupos de la oposición las dudas que rodean la asignación del medio centenar de becas de la Diputación de Valencia.
La edil popular se limitó a explicar durante la comparecencia plenaria a la que fue forzada por el grupo socialista todo el proceso de selección de candidatos con especial hincapié en las entrevistas personales, que daban un máximo de 3 puntos por los 2 que daba el expediente económico o el punto que aportaban los méritos y el conocimiento de valenciano.
En este sentido, la edil detalló que las preguntas se limitaban a conocer las motivaciones por las que el alumno había elegido su carrera universitaria o estaba optando a una beca de la Diputación, así como la impresión sobre las aportaciones que esta beca iba a suponer para su formación. En este punto, Peláez detalló que algunos aspirantes reconocieron que habían presentado solicitudes como ésta en otros Ayuntamientos o tenían otras becas concedidas, momento en el que renoció que el "entusiasmo" de los jóvenes fue un factor para puntuar esta entrevista.
La delegada de Personal también cuestionó la polémica de las adjudicaciones porque sólo se habían presentado 5 reclamaciones por las 237 solicitudes que se habían presentado. Éstas, según detalló, se limitaban a un error en el DNI, la falta de comunicación sobre la cita para la entrevista y 3 requerimientos para conocer el sistema de baremación.
Desde la oposición, Miguel Chover lamentó que Peláez perdiera la oportunidad que tenía para despejar las sospechas de "fraude" que rondaban sobre el proceso, que estaba marcado por la "subjetividad de dar más puntos por la entrevista que por el expediente académico". El concejal socialista y diputado provincial también llamó la atención sobre la "manipulación" en las notas de las entrevistas que habían dejado fuera de este programa a 36 alumnos que ofrecían los méritos adecuados.
Paco Aguilar utilizó su turno para hablar de los "macabros criterios políticos" seguidos para la selección de los becados, que estaban sometidos a calibrar sus méritos "durante el minuto que duró la entrevista". Teresa García (Bloc), por su parte, calificó el proceso de "arbitrario, inseguro y favorecedor del favoritismo".
En el cierre de su comparencia, Peláez descartó las acusaciones de la oposición asegurando que "a la hora de realizar la entrevista, no teníamos la puntuación que había obtenido el alumno en los otros apartados del expediente", aunque reconoció que "se están revisando los posibles errores para rectificarlos si fuera necesario".
