Esta semana se han producido dos acontecimientos importantes dentro de la actividad política municipal, que han puesto ha prueba la cohesión y fortaleza del pacto de Gobierno entre Compromís y sus socios de Gobierno en el meridiano de la legislatura.
Por un lado, PSOE y Esquerra Unida se han desmarcado claramente de las posiciones del alcalde con respecto al conflicto de Lafarge. Efectivamente, en el pleno de hoy los nacionalistas de Compromís y los ediles de ADN Morvedre, la marca blanca de Podemos, se han quedado solos defendiendo las alegaciones municipales contra la propuesta de resolución de la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente por la que se plantea la prórroga de ocupación de monte público a la cementera en la cantera de Salt del Llop hasta 2042, es decir, por espacio de 24 años y 11 meses a partir del primero de enero de 2018.
Ante esta cuestión, tanto el PSOE como Esquerra Unida se han distanciado de los postulados que defiende el alcalde, distanciamiento que, precisamente, ha impedido que prosperen en el pleno las citadas alegaciones, lo cual facilita todavía más la aprobación, por parte de la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente, de la propuesta de resolución planetada. Sin embargo, la reacción de la primera autoridad municipal no ha sido igual ante uno y otro socio de Gobierno, pese a que los dos partidos han mantenido la misma postura.
Efectivamente, según ha podido confirmar este periódico por varias fuentes, presentes en la reunión de portavoces del Gobierno local celebrada el pasado lunes en sede consistorial, el alcalde de la ciudad tuvo un fuerte enfrentamiento dialéctico con el portavoz de Esquerra Unida, Guillermo Sampedro, en tono airado y con improperios. Resultó muy llamativo que Francesc Fernández arremetiera de forma tan irrespetuosa contra el portavoz de EU, en presencia de los portavoces del PSOE y ADN Morvedre, Francisco Crispín y Pablo Abelleira, respectivamente, así como de la edil de Compromís Teresa García.
Aguas de Sagunto
Pero los desencuentros entre la primera autoridad local y Esquerra Unida no terminan aquí. En el proceso de nombramiento del nuevo gerente de Aguas de Sagunto, la delegada de Aguas, Roser Maestro, mostró su disconformidad con el procedimiento seguido por el alcalde de la ciudad ante este relevo en la empresa de la gestión del ciclo integral del agua, ya que, pese a ser la delegada, no se le había informado de nada, según confirmó ella misma a este periódico. Finalmente, no pudo materializarse el nombramiento porque tanto EU como ADN Morvedre votaron en contra, de ahí que esta misma mañana se haya tenido que volver a reunir el consejo para sacar adelante la propuesta, esta vez sumando los votos de Compromís, PSOE, EU, ADN Morvedre y los seis consejeros de Aguas de Valencia, que es el socio privado de la compañía, con un 49% de las acciones, aunque estatutariamente tiene el privilegio de proponer al gerente.
El peor escenario
Con relación al conflicto de Lafarge, fuentes socialistas han recordado que tanto el secretario autonómico de Medio Ambiente como el director General, Julià Alvaro y Antoni Marzo, respectivamente, son hombres de Compromís, compañeros de partido del alcalde de Sagunto y la diputada autonómica, Teresa García. En este sentido, resaltan las mismas fuentes que la propuesta de resolución planteada es el peor escenario posible para los vecinos de la cantera, puesto que, de salir adelante la propuesta de resolución, tal cual está redactada, la cementera mantiene su permiso de ocupación de monte público hasta 2042, cuando la opción del Piñal, recogida en el propio convenio que firmaron Lafarge y el Ayuntamiento de Sagunto en 2013, establece un plazo máximo hasta 2030 o cuando se abra la nueva pedrera.
