El ayuntamiento de Sagunto ha elaborado un Protocolo de Amistad entre los municipios de Sagunto y Ojos Negros, para ser aprobado por ambas municipalidades en sus respectivas sesiones plenarias. «Parece buena la intención, comenta el edil Sergio Paz, pero sólo lo parece, ya que cuando lees los motivos que justifican este proyecto te das cuenta como se ha tergiversado la historia con la clara intención de distorsionarla o cambiarla. —Concreta este concejal— Sobre todo en el preámbulo y el articulado no tienen desperdicio, es un «desprecio absoluto hacia El Puerto y sus ciudadanos».
El topónimo Puerto de Sagunto aprobado en Pleno con la posición en contra del entonces Bloc (hoy Compromís) prácticamente ha desaparecido; tan sólo una mención en los tres folios que ocupa el escrito. «Resulta irónico, —nos dice Paz— que el hecho histórico que dio origen al nacimiento del Puerto Sagunto, cual fue la construcción de ferrocarril minero para el embarque del mineral de hierro, sea referido como: La iniciativa empresarial de la extracción de hierro en Teruel, a 204 kilómetros de distancia, supuso el nacimiento en 1907 de una línea de vía estrecha, un puerto y una industria de vital importancia. Así es como se creó y fortaleció una actividad que supuso el desarrollo industrial de la ciudad de Sagunto como punto neurálgico del mapa económico. La siderurgia ha posicionado esta ciudad como eje central de una red industrial extraterritorial». — Añade Paz— «Ni una sola mención a la ciudad factoría que nació a raíz de esta actividad empresarial, algo recogido en cuantos libros de historia consultemos. Por no hablar de otra figura histórica clave en este asunto, totalmente borrada, la del empresario vasco Ramón de la Sota, promotor de esta empresa».
A juicio del edil segregacionista, El Puerto no nació como consecuencia de la expansión económica o el desarrollo de Sagunto, sino por un proyecto empresarial que desarrolló una vía férrea y un embarcadero, y pronto se convirtió en lo que los historiadores han llamado una «ciudad factoría, algo absolutamente singular en el contexto social y económico de la Comunidad Valenciana».
Argumenta Sergio Paz, «parece que para hermanar a estos dos municipios se ha de ningunear y aplastar El Puerto y su historia; otra estrategia más del alcalde que aparenta importarle el Patrimonio Industrial, cuando tiene cerrado el Horno Alto, el Museo Industrial si acabar y la gerencia que se cae a trozos».
Y prosigue este concejal porteño afirmando que si en la «nefasta legislatura del tripartito capitaneado por Gloria Calero como alcaldesa, se pretendió acabar con el topónimo, ahora este recién estrenado cuatripartito lleva sus intenciones un paso más adelante, al pretender cambiar la historia y acabar con otra seña identitaria de El Puerto, cual es su memoria colectiva, con la complacencia cómplice de las fuerzas políticas autodefinidas como progresistas» —Concluye Paz afirmando—. «Mal camino el emprendido por Francesc Fernández, como si no hubiera abierto ya suficientes frentes (Lafarge, Horno Alto cerrado, playa, hosteleros, Peñas, comercios...). Si persiste por ahí tendrá a Iniciativa Porteña y muchos porteños enfrente».
