En la rotonda situada en la carretera de Sagunto al El Puerto, entre el centro comercial y el Instituto Camp de Morvedre, se ha colocado recientemente una barandilla en las aceras a modo de protección para evitar que los peatones pisen la calzada y, de esta manera, prevenir posibles accidentes, principalmente atropellos. Sin embargo, esta estructura metálica, tal y como ha sido diseñada, reviste gran peligro para los motoristas que puedan circular por dicha rotonda.
Efectivamente, en un parte de la Policía Local de Sagunto, emitido el pasado 12 de julio, ya se daba cuenta a la superioridad de este problema. En dicho documento, al que ha tenido acceso este periódico, se indicaba textualmente: «Se observa que en la rotonda existente entre el centro comercial y el Instituto Camp de Morvedre se están colocando unas barandillas metálicas en las aceras que bordean dicha rotonda, las cuales, a juicio de los agentes, por su material y estructura son peligrosas en caso de una caída de una motocicleta o bicicleta. La ubicación de las mismas, está, a juicio de los agentes, demasiado al borde de la acera».
Mas adelante, los policías locales autores del citado parte recuerdan en el mismo la gran cantidad de motos, ciclomotores y bicicletas que transcurren por esa rotonda, dada su proximidad a dos institutos, el Camp de Morvedre y el Jorge Juan: «Hay que tener en cuenta la gran circulación de ciclomotores y bicicletas en dicha rotonda, ya que se encuentra en el acceso de dos institutos en los que es habitual la afluencia de estudiantes en estos vehículos. Se solicita que se estudie por parte de tráfico la idoneidad de dicha barandilla».
Otro parte de la Policía Local de Sagunto, este de fecha 2 de agosto, es decir, hace tres días, también da cuenta a la superioridad del problema detectado, indicando que la mitad de la rotonda, sentido a la playa, ha sido protegida por una barandilla, al parecer para evitar que los peatones que acceden al centro comercial y los usuarios del instituto, así como peatones en general, se vean obligados a usar los itinerarios para peatones y no circulen por la calzada, y ello para que se eviten posibles atropellos.
Sin embargo, en este segundo parte policial se advierte con mayor contundencia de la peligrosidad que reviste dicha instalación: «Lo que en principio es una actitud muy loable, debido al diseño de la barandilla, que está fijada o anclada al suelo mediante láminas de hierro de un centímetro de grosor aproximadamente y colocados a ras de la calzada, junto al bordillo, convierten a esta barandilla en una trampa asesina de motoristas, pues en caso de que se caigan por cualquier motivo, (rocío, lluvia, aceite en la calzada, etc.) corren un gravísimo riesgo para su vida, puesto que estos anclajes de la barandilla van a hacer un efecto guillotina, pudiendo, cuando menos, degollar o amputar miembros de cualquier persona que se caía e impacte contra los anclajes de la barandilla».
Asimismo, los agentes de la autoridad proponen en dicho parte que se reduzca la velocidad en esta rotonda: «Se solicita que ante tal barbaridad, de forma urgente se limite la velocidad en dicha rotonda a 10 Km./hora, se señalicen los accesos a la misma como zona especialmente peligrosa y se sugiere que, de momento, se protejan todos los anclajes con goma espuma especial». Por último, los policías locales autores de dicho parte solicitan que se proceda a la retirada o modificación de la actual barandilla para que «deje de ser una trampa mortal a los motoristas».
