Ciudad

 

Salir a dar un paseo por la montaña es muy recomendable para la salud de cualquiera. Sin embargo, muchas veces se convierte en un espectáculo nada agradable e incluso peligroso. Vecinos que durante todo el año viven en la montaña saguntina se sienten «olvidados» y demandan más servicios al ayuntamiento y apelan al buen comportamiento y civismo ciudadano a la hora de mantener limpia la montaña, que añaden, «es de todos».

Pasados estos días de pascuas en los que a todo el mundo le gusta disfrutar del aire puro y la libertad y desconexión que te hace sentir el monte, los que disfrutan de ella todos los días del año, ponen el grito en el cielo y reclaman, una vez más, que se respete la montaña por parte de quien vaya a disfrutarla.

 

Además, reivindican que se les dote de servicios como farolas, un servicio más continuo de recogida de basuras y más vigilancia policial para evitar los numerosos robos que, explican, sufren durante todo el año. Apelan también, al civismo y responsabilidad de las personas a la hora de mantener la montaña limpia y cuidada.

N. G, vive todo el año en las cercanías al camino Font de la Ribera de Sagunto. «Cambié mi piso hace muchos años porque quería disfrutar del aire fresco, el silencio y la naturaleza. Vivo aquí siempre, no tenemos otra casa. Sin embargo, salir a pasear con mi hija muchas veces se convierte en algo peligroso y asqueroso incluso».

«Pilas de cocina, baños, pilares de hormigón, latas abiertas afiladas, botellas rotas, preservativos. Estas son sólo algunas de las cosas que mi hija de 4 años va señalando mientras paseamos un domingo por los alrededores de casa. Cambiamos de explanada y la historia se repite: ropa vieja, zapatillas, bolsas llenas con escombro y maleza…. Si te alejas un poco más, más de lo mismo».

 Y así, explica, «en los cinco lugares en los que pretendimos pasar la tarde. No hay derecho, añaden. La montaña es de todos y todos deberíamos ser responsables para mantenerla limpia. Da igual a lo que vengas, a trabajar, a pasar el día en familia, a pasear, a coger espárragos, da igual, hay que mantener la zona limpia», relata cabreado.

 

S. R, otra vecina de la zona, añade además que «no tenemos farolas. Hay mucha gente que vive aquí todo el año y en otoño o invierno es impensable salir ni a la puerta de tu casa. No pedimos lujos, pero sí poder salir a la puerta de nuestra casa y poder encontrar las llaves del coche sin tener que alumbrarnos con la linterna del móvil».

 

Ya nos habéis robado más de 30 veces y no nos queda ilusión. El chalet del fondo. Esto es lo que se puede leer en la pared de cemento que colinda con un camino lleno de suciedad, en el que además pone: Prohibido tirar escombros, algo que no se respeta.

Los vecinos piden más vigilancia policial ya que durante todo el año, «tanto las casas desocupadas como en las que vivimos, sufrimos continuos robos. Vivimos con nuestros hijos y nos sentimos desprotegidos. Somos ciudadanos del pueblo y pagamos nuestros impuestos, merecemos un trato mejor».