Ayer, 25 de abril, fallecía en Sagunto, a los 95 años de edad, Facundo Roca Ribelles, restaurador y arqueólogo, que da nombre a la plaza de la explanada del teatro romano, cuya vida dedicó en cuerpo y alma a la recuperación y conservación del patrimonio arqueológico de la ciudad de Sagunto.
El finado fue uno de los fundadores del Centro arqueológico de Sagunto, allá por 1957, por eso y por su dilatada labor, la junta directiva del Centro Arqueológico solicitó al consistorio, en febrero de 1996, la rotulación de una calle a nombre del arqueólogo Facundo Roca Ribelles. La iniciativa la justificaban los dirigentes del Centro Arqueológico, según relata Emilio Llueca en un artículo publicado por El Económico, en agradecimiento “a sus muchos años de trabajo, a sus méritos en la defensa del patrimonio y a toda una vida dedicada a la recuperación, conservación y restauración de nuestro patrimonio arqueológico”. La propuesta, que por aquellas fechas cobraba fuerza, se inició en 1991, cuando esta institución solicitó a la comisión municipal de Toponimia que llevara a cabo el cambio de denominación de la calle dedicada a Josefa Daroqui por el del arqueólogo Facundo Roca.
Fue el 17 de febrero de 1997, cuando la Comisión de Toponimia aprobaba remitir al consejo de administración de la desaparecida Fundación Municipal de Cultura la propuesta de poner el nombre de Plaza de Facundo Roca (Restaurador) a la explanada ubicada frente al teatro romano. Así quedaba cumplida una vieja reivindicación.
Posteriormente, en el pleno extraordinario celebrado el 20 de octubre de 1998 se acordó dedicar una plaza a nombre del arqueólogo y restaurador Facundo Roca Ribelles. De esta forma, el Ayuntamiento llevó a cabo el mejor homenaje que le podría tributar a esta persona que dedicó los mejores años de su vida al mantenimiento y mejora del patrimonio histórico-artístico y monumental, destaca Llueca en otro artículo poblicado por este periódico. A la inauguración de la plaza acudieron las primeras autoridades locales, a cuyo frente figuraba el alcalde Borrás y la directora general de Patrimonio Histórico de la consellería de Cultura, Carmen Pérez.