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El último movimiento de la gerencia de la empresa, someter a la votación del consejo de administración la propuesta de convenio acordada con UGT y CSIF, en vez de con Comisiones Obreras, sindicato que ostenta la mayoría en la representación de trabajadores en la SAG, ha sido duramente respondida por los miembros de este sindicato.

Desde primera hora de la tarde, para poder estar presentes durante la celebración de la Junta General de la Sociedad Anónima de Gestión, los miembros del sindicato han estado ante las puertas del ayuntamiento armados con banderas, silbatos e incluso un par de petardos.  La policía, en todo caso, no ha tenido que intervenir, puesto que la manifestación ha sido siempre pacífica, pero sí que ha controlado los accesos para impedir que la gente entrara una vez llenos los asientos, algo que, según ha señalado algún líder sindical, no se hizo cuando los trabajadores de Lafarge llenaron hasta los pasillos del salón de plenos durante el debate del convenio para la explotación de la montaña Romeu.

Durante el Pleno los representantes de los trabajadores de la SAG acusaron a la dirección de la empresa de haber «vulnerado la legitimidad en la negociación colectiva», advirtiendo a los responsables políticos del ayuntamiento, que «de no atender las justas reivindicaciones democráticas, suyas será la responsabilidad y las consecuencias derivadas de este conflicto, que todavía no ha empezado», palabras textuales de Ivan Sánchez Sánchez, Delegado de Comisiones Obreras en la SAG.

 

Durante la sesión, también intervino la Secretaria Intercomarcal de Comisiones Obreras, Begoña Cortijo, quien advirtió que no van a permitir que se pisoteen sus derechos, y ha calificado de demagógico el acuerdo que adoptado por CSIF y UGT, ya que utiliza argumentos como los niveles de paro en España o la gente que come de la ONGD Cáritas, algo que considera al margen de las negociaciones de la SAG.  La líder del sindicato ha pedido que se retome la senda del diálogo cuanto antes para poder evitar que el conflicto empeore.

 

Sin embargo la protesta de Comisiones Obreras no sólo no está respaldad por todos los sindicatos, sino que encuentra con el choque frontal de formaciones como UGT con la que mantienen ahora mismo un tenso enfrentamiento que llevó a que en el pleno incluso se pudieran ver no sólo pancartas contra la empresa sino también en contra de este sindicato.

Y es que los representantes de la Unión General de Trabajadores han llegado, junto al CSIF, a su propio acuerdo con la administración de la empresa. Según los representantes sindicales UGT la propuesta de acuerdo suscrita con la empresa es «realista» con la situación actual, y aseguran que beneficia a las tres cuartas partes de la plantilla que trabaja de lunes a domingo.  El representante de UG en la empresa, Alfredo Rodrigo Haro ha reiterado que su sindicato está legitimado ya que  «la libertad sindical la tienen tanto aquellos que tienen mayoría como aquellos que tienen la minoría, y en el caso que nos ocupa, todavia no se ha dañado ningún derecho, ni mucho menos el de la libertad sindical », palabras textuales del representante sindical.
Para Alfredo Rodrigo Haro la propuesta beneficiará a los trabajadores porque, entre otras cosas, unifica por primera vez toda la plantilla, reduciendo de esta forma el número de fines de semana que trabajarán los actuales empleados del grupo de aseo urbano. Desde su sindicato se remarca además que la propuesta firmada con la empresa permitirá mantener el empleo e incluso crear nuevos puestos de trabajo.