La razón hay que buscarla en el tamaño de la edificación prevista en la Iglesia de Jesús Obrero, el nuevo templo edificado junto al CEIP Els Vents, que ocupa unos 34 metros más de lo previsto inicialmente.
La explicación oficial es la de que se produjo un error de topografía que, a causa de una desviación que apenas llegaba a los siete metros, ha acabado derivando en el problema actual. El grupo más crítico con la decisión durante el debate fue el de Esquerra Unida, cuyos concejales votaron en contra por una cuestión de principios, al considerar que la Iglesia Católica ha recibido ya demasiados regalos por parte del Ayuntamiento como para abordar este tema tan a la ligera. «No queremos desconfiar de la palabra de los técnicos. Es más nos consta que se han producido —y se producirán mientras no se digitalice todo el mapeado del territorio— este tipo de errores en otras. Pero nos genera todo tipo de dudas la rapidez con la que se ha resuelto todo sin contemplar si quiera que la Iglesia pierda parte de la zona que ha acondicionado» ha llegado a declarar Francisco Aguilar.
Sea como fuere la iglesia de Jesús Obrero se ha visto envuelta en polémicas políticas y vecinales desde el momento de la cesión de sus terrenos, considerada como excesivamente generosa por algunos.
A la altura de su campanario, que según algunos vecinos excede el máximo legal que estableció cuando se construyó la cooperativa, se añade el hecho de que el templo esté ya operativo, a pesar de las acusaciones de no disponer aún de la licencia de actividad, mientras el prometido centro social anexo a la Iglesia sigue sin poder ser utilizado por los vecinos.
