Acció Ecologista-Agró ha pedido nuevamente a la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio ambiente que obligue al Ayuntamiento de Benavites a eliminar la capa de asfalto que añadió durante el verano de 2010 de La Closa. Según señalan los portavoces ecologistas, a pesar de que este camino atraviesa la Marjal de Almenara, una zona húmeda protegida como Lugar de Interés Comunitario (LIC) y como Zona de Especial Protección para Aves (ZEPA), su asfaltado se realizó sin la correspondiente evaluación de impacto ambiental positiva, algo que señalan vulnera la legislación vigente. Los activistas de Acció Ecologista-Agró aseguran que informaron a los propios operarios que estaban asfaltando el camino de que la obra se consideraba una irregularidad, pero, según los testimonios aportados por Agró, los responsables de la obra no la pararon argumentando que el proyecto contaba con el informe favorable del arquitecto municipal de Benavites y una subvención de la Generalitat Valenciana.
Mientras los operarios asfaltaban el Camino de La Closa, para los ecologistas valioso por su saladar donde se pueden encontrar ejemplares de flora amenazada como el Thalictrum maritimum, el Limonium sp. o Iris xyphium, representantes de Agró alertaron los agentes medioambientales de la Marjal de Almenara y al Servicio de Biodiversidad de la propia Conselleria de la ejecución de este proyecto. Además, en septiembre de 2010 la organización ecologista se dirigió por escrito a la Conselleria para denunciar nuevamente estos hechos y pedir la apertura de un expediente administrativo para investigar la legalidad de esta actuación realizada dentro de una zona húmeda protegida. La respuesta oficial de la Administración fue que ya se habían metido en contacto con el Ayuntamiento de Benavites para qué este eliminara la capa de asfalto del Camino de La Closa, revirtiendo así el estado del camino. Aun así, un año después el asfalto continúa en el mismo lugar señalan los ecologistas.
Desde Acció Ecologista-Agró se considera que, acabado ya el periodo de reproducción de fauna a la marjal, no hay ningún motivo para que se demore más la retirada del asfalto. Por eso la organización ecologista ha vuelto a pedir a la Conselleria de Medio ambiente que haga efectiva su resolución de obligar en el Ayuntamiento de Benavites a restituir el estado del camino a la situación anterior a su asfaltado. Además, dado que esta obra ha sido subvencionada por la Generalitat Valenciana, AE-Agró también ha pedido a la Conselleria que haga todas las gestiones oportunas para evitar que se abone parte o el total de las cantidades otorgadas al Ayuntamiento de Benavites.
Pero Agró va más allá en sus denuncias sobre la situación de la Marjal. «Desgraciadamente el asfaltado del Camino de La Closa no es la primera agresión que sufre el LIC y ZEPA de la Marjal de Almenara. A finales de octubre de 2008, la limpieza con maquinaria del Canal de Torreblanca, realizada por parte del Ayuntamiento de Almenara, ocasionó la muerte de miles de Petxinots Unio Elongatulus, una especie en peligro de extinción según el Catálogo de Fauna Amenazada. Aun así, a día de hoy el Ayuntamiento de Almenara no ha sido sancionado por esta actuación» explica uno de los portavoces de la veterana ONG.
Agró también denuncia que «esta zona húmeda protegida continúa sufriendo el uso masivo de herbicidas para eliminar la flora de los caminos, acequias y canales. Esta práctica ocasiona la destrucción del hábitat y la muerte de especies protegidas, como lo Thalictrum maritimum, y la contaminación de las aguas, vulnerándose así el Decreto del Samaruc y el Catálogo de Especies de Flora Amenazada. Tampoco podemos olvidar la constante vulneración de la regulación en materia cinegética y en materia de pesca que sufre la Marjal de Almenara. O la generación de ruido y la circulación de vehículos en lugares no permitidos, además de la existencia de numerosos vertederos ilegales y la deficiente gestión hídrica, que a a menudo provoca graves impactos, como el caso de anoxia que el verano pasado ocasionó la muerte de millar de pescados en las partidas del Olmo Negro, Almardà y Cantarrana, en el término municipal de Sagunto».
Mientras los operarios asfaltaban el Camino de La Closa, para los ecologistas valioso por su saladar donde se pueden encontrar ejemplares de flora amenazada como el Thalictrum maritimum, el Limonium sp. o Iris xyphium, representantes de Agró alertaron los agentes medioambientales de la Marjal de Almenara y al Servicio de Biodiversidad de la propia Conselleria de la ejecución de este proyecto. Además, en septiembre de 2010 la organización ecologista se dirigió por escrito a la Conselleria para denunciar nuevamente estos hechos y pedir la apertura de un expediente administrativo para investigar la legalidad de esta actuación realizada dentro de una zona húmeda protegida. La respuesta oficial de la Administración fue que ya se habían metido en contacto con el Ayuntamiento de Benavites para qué este eliminara la capa de asfalto del Camino de La Closa, revirtiendo así el estado del camino. Aun así, un año después el asfalto continúa en el mismo lugar señalan los ecologistas.
Desde Acció Ecologista-Agró se considera que, acabado ya el periodo de reproducción de fauna a la marjal, no hay ningún motivo para que se demore más la retirada del asfalto. Por eso la organización ecologista ha vuelto a pedir a la Conselleria de Medio ambiente que haga efectiva su resolución de obligar en el Ayuntamiento de Benavites a restituir el estado del camino a la situación anterior a su asfaltado. Además, dado que esta obra ha sido subvencionada por la Generalitat Valenciana, AE-Agró también ha pedido a la Conselleria que haga todas las gestiones oportunas para evitar que se abone parte o el total de las cantidades otorgadas al Ayuntamiento de Benavites.
Pero Agró va más allá en sus denuncias sobre la situación de la Marjal. «Desgraciadamente el asfaltado del Camino de La Closa no es la primera agresión que sufre el LIC y ZEPA de la Marjal de Almenara. A finales de octubre de 2008, la limpieza con maquinaria del Canal de Torreblanca, realizada por parte del Ayuntamiento de Almenara, ocasionó la muerte de miles de Petxinots Unio Elongatulus, una especie en peligro de extinción según el Catálogo de Fauna Amenazada. Aun así, a día de hoy el Ayuntamiento de Almenara no ha sido sancionado por esta actuación» explica uno de los portavoces de la veterana ONG.
Agró también denuncia que «esta zona húmeda protegida continúa sufriendo el uso masivo de herbicidas para eliminar la flora de los caminos, acequias y canales. Esta práctica ocasiona la destrucción del hábitat y la muerte de especies protegidas, como lo Thalictrum maritimum, y la contaminación de las aguas, vulnerándose así el Decreto del Samaruc y el Catálogo de Especies de Flora Amenazada. Tampoco podemos olvidar la constante vulneración de la regulación en materia cinegética y en materia de pesca que sufre la Marjal de Almenara. O la generación de ruido y la circulación de vehículos en lugares no permitidos, además de la existencia de numerosos vertederos ilegales y la deficiente gestión hídrica, que a a menudo provoca graves impactos, como el caso de anoxia que el verano pasado ocasionó la muerte de millar de pescados en las partidas del Olmo Negro, Almardà y Cantarrana, en el término municipal de Sagunto».
