Para dar a conocer su situación han colocado pancartas en la verja del SUP-2 en l que se dirigen al alcalde y los partidos, con estas preguntas ¿no ons importamos? ¿Acaso no somos personas? En otra pancarta dicen: ¡Por favor un trabajo y una casa!
Las siete familias que ocupan las casas, no se instalaron al mismo tiempo ya que algunas de estas familias ocupan esas casas hace ya cuatro años y otros menos tiempo, según ha informado a esta redacción de El Económico digital, Yoli.
Nos ha explicado esta mujer, que su familia vive en esa casa, porque la llave de a misma se la dió el dueño, ya que ocupaban otra casa próxima «en la que el techo amenazaba con derrumbarse y por eso, nos cedió esta casa». Yoli, resalta que padece fibromialgia, y que cuando le dan las crisis tiene que utilizar muletas. Y nos cuenta que antes de venir aquí vivía y trabajaba en Madrid, en Prosegur, «pero redujeron plantilla y me tocó a mí. Después he vivido en La Vall d´Uxó y como no encontré trabajo me vine a este pueblo hace poco más de un año». Prosigue contando aspectos de su familia y dice que su marido se dedica al cuero, «hace llaveros de cuero y yo los vendo a dos euros, en la playa durante el verano y por aquí, por el barrio de las 500 viviendas, que a veces hemos comido gracias a ellos». Añade Yoli, «además pido comida, en la puerta de un supermercado y las señoras ya me conocen y me ayudan».
Yoli que es una señora rubia con ojos claros, asegura «que ha llevado curriculums a muchas partes pero no he encontrado trabajo. De verdad que sólo un quiero un trabajo, de lo demás ya me arreglaré yo».
Otras familias de las afectadas por los derribos, trabajan vendiendo fruta por las calles, y la mayoría son chatarreros.
Todos los niños de este colectivo, que tienen edad para ello, están escolarizados en el colegio Vilamar y en el colegio Número 10 , «a través de Servicios Sociales, porque este departamento conoce nuestra situación». Asimismo añade Yoli que también reciben ayuda de la iglesia.
