En la reciente reunión que los representantes de Acció Ecologista-Agró, Ecologistas en Acción, WWF y Seo Birdlife tuvieron con Vicente Tejedo Director General de Calidad Ambiental, pudieron constatar que la solución que propone para el problema de los residuos urbanos «no pasa por aumentar el reciclaje sino por la incineración, cobrando más a los vecinos construyendo nuevas instalaciones para quemar el rechazo» informan desde Agró.
Para el colectivo de ecologistas, además del eterno problema de las infraestructuras planificadas en el PIR de 1997, que no se acaban de construir nunca, el problema de los residuos «se agrava por las enormes cantidades de rechazo que generan las plantas de tratamiento y que van a los vertederos».
Concretan desde Agró que en el año 2010 y según datos oficiales el 68,16% de los residuos que entraron en las plantas valencianas acabaron en el vertedero(1), superando el límite máximo del 44% establecido en el PIR97 y en los Planes Zonales. La recuperación de materiales en las plantas de tratamiento (285.000 t) fue inferior a la suma de la recuperación en los ecoparques (120.000 t) y la recogida en la acera en los contenedores específicos (iglú verde, amarillo y azul). «Esa recogida selectiva de materiales solamente supuso el 12% de todos los RSU generados, cuando otras Comunidades Autónomas, alcanzan el 40%. El aumento de las tasas a los vecinos ha sido importante pero no parece que por ello mejore sustancialmente el tratamiento», afirman.
En opinión de los ecologistas, dos razones explican el problema de las grandes cantidades de rechazo: «La primera es que la basura entra mezclada a las plantas y eso dificulta la recuperación de los materiales en particular por la contaminación con la materia orgánica de plásticos y papel. La segunda y vinculada con la anterior, que el compost que se elabora apenas tiene salida comercial y en demasiadas ocasiones acaba en el vertedero».
Explican que algunos consorcios como Valencia Interior y Castelló Norte han tomado iniciativas para incentivar que los ciudadanos reciclen más, a través de los ecoparques, y obtengan así alguna compensación económica. «No olvidemos que los decretos de la Conselleria por los que se aprobaron los Planes Zonales obligan a los ayuntamientos a la recogida selectiva de la materia orgánica en un contenedor específico a partir del 2010. Ningún Ayuntamiento lo ha hecho y la Conselleria mira para otro lado, parece como si no fuera responsabilidad suya hacer cumplir sus propios Decretos» subrayan desde Agró.
Prosiguen los ecologistas explicando que si un ayuntamiento entrega la basura separada, es decir materia orgánica por un lado y materiales inorgánicos por otro, «el concesionario de la planta está obligado a cobrarle una tasa menor que si la entrega toda mezclada, como hasta ahora». Esta opción está prevista en los Proyectos de Gestión pero la Conselleria, representada en los Consorcios, hace muy poco por ayudar a los ayuntamientos en ese sentido, limitándose a una declaración de intenciones instando a los gestores de la basura que cobren menos a quien más recicle, apuntan desde el colectivo. «La gran iniciativa de la Conselleria al respecto es solicitar un proyecto Life para una experiencia piloto de recogida selectiva de materia orgánica. A buenas horas, para una acción que debía estar generalizada en todo el país en 2010. Lo que han de hacer es concretar en los Consorcios que precios se han de aplicar a los ayuntamientos que separen la basura para incentivar la recogida selectiva de materiales (ecoparques, contenedores específicos) y obligar a los Ayuntamientos a que inicien la recogida selectiva de la materia orgánica», opinan desde Agró.
Pero según los ecologistas, la Conselleria si pone empeño es en quemar el rechazo, «de hecho ya ha aprobado la construcción de una planta de elaboración de CDR (Combustible Derivado de Residuos) para la planta de Recicplasa en Onda, que tiene el vertedero colmatado, y existe otro proyecto para Xixona. Así mismo la cementera de Buñol proyecta construir una planta de tratamiento de RSU en bruto para generar su propio combustible CDR con el rechazo. La Conselleria ha aprobado además la quema de 140.000 t de CDR en la cemenetara de Alicante. Esta es la alternativa a la que se pretende dar naturaleza con la aprobación del nuevo PIR: la construcción de nuevas instalaciones de CDR y el traslado del rechazo a las cementeras, cosa que pagaran los vecinos con nuevos aumentos de las tasas» afirman.
Ante la incineración que plantea la conselleria, desde Agró abogan por el reciclaje y opinan que en lugar de trasladar el rechazo para quemar seria más lógico dar salida a un compost de calidad producido a partir de la materia orgánica recogida selectivamente y «regenerar unas tierras como las valencianas faltas de materia orgánica, en terrenos degradados, zonas forestales quemadas, jardines, agricultura y muchas otras donde la Conselleria puede actuar coordinando acciones y uniendo intereses». Pero añaden: «La única alternativa que oímos en la visita fue la de quemar el rechazo y esto es rechazado por diversas entidades, como el Consell Valencià de Cultura, por los partidos políticos de la oposición y por supuesto por el movimiento ecologista. No necesitamos más contaminación y sí más reciclaje» concluyen.