El Partido Popular de Sagunto sigue criticando al gobierno municipal por el contenido del plan de empleo, por «despreciar las opiniones de los colectivos afectados por el mismo y por utilizar la imposición frente al consenso que efectivamente es 100% su seña de identidad».
El pasado mes de marzo anunció el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Sagunto que el cierre del ejercicio 2016 arrojaba un superávit de 2´9 millones de euros, «muy lejos del último superávit conseguido por el PP, en su último año íntegro de gestión, de 6,9 millones de euros», recuerdan desde la bancada conservadora.
Posteriormente, el equipo de Gobierno, anunció la puesta en marcha del plan de empleo del 2017 al que «sólo destinan algo más de 1.900.000 euros, de los 2´9 millones que había de superávit» —recuerdan desde el PP— y concretan el porcentaje diciendo: «Se dejan casi un 40% de superávit sin destinar a empleo, lo que supondrá dejar fuera a muchos desempleados, y lo que es más grave, para pagar con ese dinero parte de su gasto corriente».
Y prosiguen señalando: «Como se puede ver y como dicen los propios integrantes del cuatripartito Compromís, EU, ADN Morvedre, (Podemos)y PSOE tiene las señas de identidad que queríamos imponer desde el primer día. Ellos mismos dejan claro que ese plan de empleo es absolutamente dictatorial, opaco y antidemocrático, es el plan de empleo que ellos querían imponer y lo dicen tan cual. La imposición frente al consenso efectivamente son sus señas de identidad y cada día dan muestras de ello, plan empleo, Lafarge, ordenanza de terrazas…», afirma el portavoz popular, Sergio Muniesa Franco
Para los conservadores, lejos quedan las manifestaciones del cuatripartito, «de cara a la galería» por las que ellos mismos manifestaron que querían perfilar las actuaciones que llevar a cabo, de «forma consensuada con los partidos de la oposición, así como con los integrantes del Consejo Económico y Social (CES)».
Incide el dirigente del PP en ver cómo una vez más las formas «poco participativas de la izquierda se evidencian al reconocer imponer un plan de empleo que solo responde a sus intereses».
Para el portavoz popular el nuevo plan de empleo «empieza mal, aunque lo hayan ocultado a los medios y a los ciudadanos. Como ya denunciamos destinan lo mínimo y dejan familias fuera».
Un plan que según Muniesa, se carga las líneas de inversión y las ayudas a las empresas locales, comerciantes, emprendedores y agricultores. «Muy muy grave. Pero luego se pondrán detrás de una pancarta o una camiseta y a vender humo».
Otras de las críticas de los ediles del PP al plan de empleo es que empieza con un mes de retraso, «no les salen los 6 meses que vendieron», porque el 31 de diciembre tiene que estar acabado. «Pero lo ocultan y no dan la cara.
Con este error deberán modificar créditos, una vez más, para que todo les cuadre», afirman.
A juicio de los ediles del PP tras dos años, en el gobierno vuelven a cometerse los mismos errores. «Una vez más en el alcalde y a su cuatripartito les puede la improvisación y el caos, siendo ahora más llamativos. Sólo la profesionalidad de la SAG y los funcionarios del ayuntamiento, han conseguido que no pasara el verano sin ponerlo en marcha».
E insisten en este argumento afirmando que «los errores y la imposición, son ya su marca de la casa, sus señas de identidad. Buscan intencionadamente el titular del consenso, para luego dejar la participación de lado, y finalmente dar rienda suelta a su sectarismo reconociendo, tranquilamente, que era el plan de empleo que querían imponer».
Para Muniesa está claro que este plan de empleo se ajusta a las cuestiones puramente ideológicas del cuatripartito que, «lejos de querer ayudar a los sectores productivos de la ciudad, se ha encargado de perjudicarlos con subidas de impuestos, falta de ayudas y anuncios de volver a poner de nuevo tasas que el Partido Popular había eliminado como la de actividad».
Esa falta de ayuda, según el portavoz del PP «se reitera y demuestra una vez más con el resultado de otras iniciativas que lejos de suplir las carencias de los planes han supuesto bien la pérdida de fondos como en el caso de la reindustrialización o bien que las ayudas fueran a parar a empresas de fuera del municipio como las adjudicaciones del Plan de la Diputación». Finaliza Muniesa opinando que este plan de empleo, como toda su política, «no aguanta un análisis detallado, porque detrás del titular no hay ni trabajo ni consenso. Viven instalados en el error y en el sectarismo en un absoluto y continuo desprecio a agentes sociales, vecinos y oposición».
