El sindicato Comisiones Obreras ha anunciado la puesta en marcha de una serie de acciones de presión, definidas como una «campaña de persuasión», para desbloquear las negociaciones de la renovación del convenio colectivo en la Sociedad Anónima de Gestión, donde los trabajadores han vuelto a rechazar la propuesta votada por UGT y CSIF, sindicatos minoritarios en la empresa. La citada campaña arrancará mañana mismo en el ayuntamiento de Sagunto cuando los trabajadores de la empresa pública de limpieza se personan a las cuatro de la tarde en el salón de Plenos para asistir a la celebración del consejo de administración de la SAG que precederá al Pleno.
Los representantes sindicales acudirán con la intención de pedir la dimisión del actual gerente de la empresa, Enrique Catalán— a quien tildan de «estómago agradecido» tras su polémica contratación— y la concejal delegada del Ayuntamiento para el área, Maribel Saéz, al considerar que, como máximos responsables de la empresa, son culpables de atentar «directamente contra la libertad sindical, ya que sin haberse terminado las negociaciones, la empresa, ignorando el principio de buena fe, presente en todo proceso negociador, ha sido capaz de abandonar los cauces establecidos en el Estatuto de los Trabajadores», al aprobar el acuerdo presentado por UGT-CSIF sin contar con los representantes de la mayoría de los trabajadores.
En su comunicado los representantes de CC.OO apelan al sentido de la responsabilidad del Alcalde para retomar la negociación y el diálogo,y advierte que de «hacer caso omiso la dirección de la empresa o el propio Ayuntamiento, la campaña aumentará progresivamente de intensidad, sin descartar, como colofón, la huelga indefinida» puede leerse textualmente en el comunicado lanzado por el sindicato.
Desde esta fuerza sindicalse sigue creyendo en que la SAG tienen resultados suficientemente buenos para negociar un convenio donde se garanticen los derechos adquiridos por los trabajadores de la empresa, a la vez que se mantiene la calidad de un servicio esencial.
Los miembros de la SAG también tienen duras palabras hacia UGT y CSIF a cuyos dirigentes acusan de «deslealtad», al firmar con la empresa un acuerdo sin contar con los representantes de la mayoría de los trabajadores.