Imprimir esta página
Miguel Álvarez Lozano

Solidaridad

Martes, 30 Diciembre 2014 15:15

Estamos inmersos en las jornadas festivas nadalencas y con ellas llegan las felicitaciones y saludos con las fórmulas clásicas de deseos de felicidad y mejorías para el año que se avecina. Esto no deja de estar bien, aunque esté revestido de, generalmente, no muy sentidas viejas y bonitas palabras. Pero está bien, los buenos modales no están nunca de más, la educación y las buenas palabras nunca están de más.

Cuando yo era pequeño, hace ya muchos años, estas fiestas tenían un carácter religioso y familiar, se montaban belenes y se ejercía la caridad. Aquello, para los duros tiempos que corrían, ya era mucho. Hoy las cosas han cambiado y estas fiestas han perdido, afortunadamente, casi del todo el sentido religioso y caritativo que tenían; hoy se siguen reuniendo las familias y amistades, sigue manteniéndose su carácter familiar, pero con un sentido más racional, sobre todo ha cambiado el sentido social de lo que representan estas fiestas. Hoy los que se implican en la ayuda a los demás lo hacen generalmente movidos por un sentimiento de solidaridad, sentimiento que no solo no resulta humillante para el que recibe ayudas sino que además tiene el valor moral de hacer, tanto al que la ejerce como al receptor de sus beneficios, más persona: la solidaridad ennoblece a todos.

Estos días, acercándome a visitar el local del Centro Solidario de Alimentos de Sagunto, he podido comprobar con enorme satisfacción, la gran solidaridad que existe en este pueblo hacia los que están en dificultades para encontrar alimentación. Es impresionante: la última campaña de recogida ha sido un éxito total y hay tal cantidad de alimentos que, clasificarlos, almacenarlos y repartirlos sería un problema si a su vez no se dispusiese de una cantidad ingente de voluntarios, gentes de todas las edades y condición que generosamente se acercan al local para poner su granito de arena y colaborar con esta excelente causa.

Tengo que decir que me conmueve y emociona la generosidad de las gentes de este pueblo, una, por la gran cantidad de comida que el personal ha ido depositando estos días en los contenedores habilitados en las puertas de los supermercados, en la EPA, en locales sociales.. hasta en el cuartel de la Guardia Civil, etc, otra por la gran cantidad de personas implicadas en esta generosa labor y su enorme capacidad de trabajo y por último a los organizadores de todo esto por su gran grado de implicación y por su alta capacidad organizativa, llevando adelante y solucionando todo ese galimatías al que se enfrentan. Chapeau por todos ellos.

Hoy, después de visto lo visto, después de una jornada tan reconfortante, me siento más contento y más orgulloso que nunca de mi pueblo y de mi gente. ¡Qué gran pueblo sería si hubiese buen señor!


Si le ha interesado esta información, puede unirse a nuestro canal de Telegram y recibirá todas las noticias que publicamos para el Camp de Morvedre. Síganos en https://t.me/eleco1986

Lo último de Miguel Álvarez Lozano