En la pasada legislatura se afianzaron los fondos EDUSI de la Unión Europea por una cuantía de 6,5 millones de euros. Creo que aquí se notó el interés de Francesc Fernández, como alcalde del municipio, para que Sagunto lograra estas ayudas, consistentes, básicamente, en que Europa subvencionara al 50% y hasta un máximo de 6,5 millones de euros, aquellos proyectos que presentara Sagunto dentro del marco regulatorio de estas ayudas. Es decir, el municipio debía aportar la otra mitad. En total, 13 millones de euros en inversiones para mejorar la vida de la ciudadanía. En febrero de 2019 se confirmó esta línea de cooperación; las elecciones municipales se celebraron en mayo y a partir del 15 de junio un nuevo gobierno municipal tripartito, con el socialista Darío Moreno como alcalde, se hizo cargo de la gestión consistorial. El 23 de septiembre de 2019 el Ayuntamiento de Sagunto inició un proceso de reuniones con las seis delegaciones de área, departamentos municipales y personal técnico, para explicar el proceso de presentación y tramitación de los proyectos de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (EDUSI), Después llegó la pandemia. A mediados de mayo de 2022 la realidad es rotunda, pues la mayor parte de los fondos están por ejecutar, aunque todavía hay de plazo hasta el 31 de diciembre de 2023, pero en mayo del año próximo también habrá elecciones municipales y autonómicas, con todo lo que ello implica, que no es poca cosa.
Para que Sagunto se pueda beneficiar de esos 6,5 millones de fondos europeos, el Ayuntamiento debe cumplir dos requisitos, por una parte, presentar proyectos que se ajusten al marco de las ayudas y que la UE los apruebe. Ya sabemos lo lenta que es la maquinaria comunitaria. Por otra, pero no menos importante, que el municipio disponga de los fondos necesarios para sufragar la mitad de cada actuación planteada. Es decir, Europa contribuye con 6,5 millones en total si el municipio hace lo propio, aportando otro tanto.
Aquí es donde radica el principal problema, porque el Ayuntamiento de Sagunto se encuentra en una situación económica muy delicada. Tanto que, para acometer inversiones, tiene que ir al banco a pedir dinero prestado, puesto que sus recursos propios están comprometidos en otros capítulos del presupuesto, sobre todo en personal y gasto corriente. Por si faltaba algo, en 2020 y 2021 el Ayuntamiento de Sagunto tuvo más gastos que ingresos; al producir déficit o ahorro negativo, la ley le impide endeudarse, por lo que en 2021 y 2022 no puede pedir nuevos préstamos. En definitiva, que como no cambie la cosa en este año y medio que falta hasta finales de 2023, Sagunto perderá la mayor parte de los fondos EDUSI. Sería una verdadera pena.