Este miércoles día 6 se ha realizado una concentración frente al Congreso para exigir al gobierno que tome cartas frente a los abusos (léase robos) que la Santa Madre Iglesia viene cometiendo, año tras año, con el tema de las inmatriculaciones. El cabreo, la indignación, de los que nos consideramos laicos ya no es solo por estos atracos a cara descubierta que la curia viene realizando, sino también con la actitud pasiva y asustadiza de un Gobierno que no hace nada, al menos en este caso, por defender el patrimonio de todos. Y si el Gobierno muestra esa pasiva y cobarde actitud, ¿qué decir de los Medios que pasan olímpicamente de trasladar a los ciudadanos la información de la dicha concentración de protesta frente al Congreso por los desmanes que la curia comete utilizando esa herramienta que el gran José Mari les regaló y que sirve para que, los obispos, tengan “legamente” capacidad de ejercer como registradores de la propiedad?
Si a esto le añadimos la información que Europa Laica nos ofrece de que, según un estudio propio, del dinero recaudado por la Iglesia a través del IRPF para obras sociales, a Cáritas solo le llega el 2,5 %, mientras el 76% va a parar a salarios y Seguridad Social del clero y, del resto… ni se sabe. O sea, en lenguaje de la calle: mientras mantienen lindamente al clero con fondos públicos no se les cae la cara de vergüenza al ver que los pensionistas el día 16 tienen que subirse a un autobús para manifestarse frente el Congreso en defensa de las pensiones, a fin de que no se queden aún más desfasadas de lo que ya están.
El día 16 los Medios, los mismos que multiplican los ataques contra el Gobierno cuando acomete cualquier medida positiva para los más desfavorecidos, en esta ocasión o no recogerán la noticia o lo harán por el lado más negativo posible a fin de minusvalorar el esfuerzo de miles de mayores para llegar a Madrid y mostrar al Gobierno del señor Sánchez su indignación por su incoherencia, no exenta de cobardía, entre su discurso y su acción de gobierno.
Señores del PSOE: sabemos que no es lo mismo predicar que dar trigo; que, a veces, en política, no hay más remedio que decir digo donde se dijo Diego; pero… ustedes están obligados a cumplir, si no todas, al menos algunas de sus promesas electorales, y lo que los pensionistas y jubilados están reclamando no es que sea justo,es que clama al cielo, al cielo de ese clero que ustedes sostienen con nuestros impuestos, que a nuestros mayores, los más desfavorecidos y a los prejubilados por enfermedad o accidente ustedes les estén negando el pan y la sal.