Desde una perspectiva política, el repaso sirva para comprobar lo que hemos aprendido hasta el momento y valorar si los políticos han respetado las reglas democráticas o si estas ya han caído en desuso. Para el pensador Ortega y Gasset, la política es una ciencia social que exige un equilibrio entre el fondo y la forma, el cual «sólo se consigue cuando la actividad se ejerce con elegancia». Otros, sin embargo, tienen una visión más fatalista y piensan que es un juego o dialéctica de «amigos-enemigos» o creen que «el verdadero motor de la política es el resentimiento». A pesar de que sus opiniones son distintas, la meta que pretenden alcanzar es la misma. Conquistar el poder que los vencedores usaran en su provecho. No hay que pensar mucho para llegar a la conclusión de que en la actualidad, la política se ha decantado por la gresca y el resentimiento. Y si nos trasladamos al ámbito local, comprobaremos que en la pugna entre los partidos políticos, discurre entre discursos moderados, menos moderados y extralimitados, según el grado de frustración electoral que cada uno tenga y, por supuesto, de su educación política.
So pena de caer en el catastrofismo, la experiencia me ha enseñado con qué facilidad los grupos de personas influyentes en el mundo de los negocios o en el de la aristocracia, tienen acceso a organismos de la administración del Estado, para conseguir un trato de favor del Ejecutivo en asuntos en los que tengan algún interés. Estos politólogos, ahora llamados lobby, expertos en transformar principios de derecho en ruindad, no gobiernan directamente, pero ¡Mandan! Con esto no quiero decir que estemos sometidos a un régimen oligárquico; pero tampoco, podemos presumir de ser el ejemplo de un Estado social y democrático, cuando lo que hay es una agobiante política intervencionista que condiciona la vida de los ciudadanos, limita su libertad e impera la ley del todo vale.
Para comprobar como los grupos de presión imponen su voluntad, nada mejor que repasar el trato que han recibido los expedientes de segregación. En 1930, cuando llegaron rumores a Sagunto de que podía ser aprobada la segregación, bastó que una representación del poder mediático saguntino se desplazara a Madrid para que se paralizara el expediente, so pretexto de la construcción de una gran avenida que uniría ambos núcleos y llevaría el nombre del rey Alfonso XIII. Treinta años después, o sea, en 1960, sin, tan siquiera, haberse iniciado la prometida avenida, se plantea una nueva petición de segregación. En esta ocasión, hubo una fuerte confrontación ente los partidarios y detractores de la misma y dado el cariz que llegó a tomar los enfrentamientos, se hizo necesaria la intervención del Ministerio de Gobernación. Y éste, tuvo que tomar la decisión salomónica de cesar al Alcalde, que era de Sagunto y nombrar a otro, que era del Puerto. Al mismo tiempo, anularon el Plan General de Urbanización y prohibieron la edificación de viviendas, en el lado norte del río Palancia, con el fin encauzar la construcción hacia el Puerto. Cuarenta y ocho años después, tras haber quedado demostrado que todos los proyectos anunciados no fueron más que un burdo engaño para salir del paso, ya que no se construyó la avenida, ni se llegó a cruzar las vías para acercarse al Puerto y, contrariamente, no hubo inconveniente en autorizar la expansión de la ciudad hacia el otro lado del río, con estos antecedentes y sin tomar en consideración el derecho de las personas y de los pueblos de preservar y desarrollar su identidad y cultura. En Octubre de 2008, el TSJCV, desestima el recurso de IP y nos dice que la unión urbanística se llevará a efecto a través del proyecto «Fusión». Mayor infundio, desconsideración y arbitrariedad de los poderes públicos, no es posible cometer contra un pueblo que llegó a recibir del Gobierno la distinción al sufrimiento y al valor, por el sacrificio de sus gentes.
Otro asunto que merece un repaso, es el papel que juegan los medios de comunicación. Nadie puede dudar que la información es una necesidad y se espera que ésta, sea seria, veraz e independiente, ya que ejerce una labor pedagógica e influye en la construcción de una opinión pública; aunque los intereses económicos o políticos, ejercen una importante presión sobre los mismos y les hace dudar, entre publicar la verdad o ocultarla. A nivel local, puede advertirse que la actitud del Director de este periódico y la dosificada publicación de artículos de opinión coincidentes en el fondo y la forma, o sea, desvalorizando el trabajo de los perversos concejales de SP y poniendo en tela de juicio la inteligencia de sus votantes, induce a pensar, que existe una premeditada intención de confundir al electorado de SP, para atraerlos hacia UPyD, partido que preside Rosa Díez, buena comunicadora –quizás por haber trabajado de telefonista- formada en la escuela «Felipista» y de futuro incierto, tal como se desprende de la crisis interna por la que está atravesando. Lo único innegable de todo esto, es que este partido se está convirtiendo en cobijo de políticos descolgados de otras fuerzas políticas, en las que no lograron encajar y abandonaron de forma poco airosa. Es posible que el deseo de volver a la política activa, se deba, en parte, a la ilusión estimulante del mito del Ave Fenix, que resurgía de sus propias cenizas; aunque eso solo ocurría en la mitología, en la vida real, los políticos que estén más quemados que la Roma de Nerón, se consumen en sus propias cenizas. En la vida hay que ser realistas y saber donde está el límite de lo posible y lo correcto y así entendido, los porteños conscientes del peligro que corría sus señas de identidad y conocedores de esa máxima que dice: «Quien no castiga el mal, está consintiendo que se haga», decidieron con sus votos que no siguiera gobernando el «tripartito», artífice de la perturbación social del Municipio. Es cierto que el objetivo de IP/SP no es gobernar en el Ayuntamiento de Sagunto, sino conseguir el reconocimiento de un municipio independiente. Pero cuando los que tienen que aplicar las leyes, son los que quebrantan los principios del Derecho, para satisfacer rancias reminiscencia clasistas, no queda más remedio que aferrarse a lo que sea para defender tus derechos y tu dignidad. Pienso que SP, además, del objetivo prioritario que constituye su razón de existir, tiene un plus añadido que les ha venido dado por mandato de las urnas. Este reconocimiento electoral, justifica su participación activa en las labores de gobierno municipal y les obliga a optimizar la ciudadanía porteña, mediante un trato justo y de igualdad, dentro del contexto vecinal. No cabe duda que esta labor entraña grandes dificultades, visto el brote de ansiedad social surgida en parte de la población saguntina, por causa del pacto de gobierno entre el PP y SP —pese a que este tipo de acuerdo ha sido algo habitual en esta Corporación— Desconozco si este estado de ansiedad viene provocado por algún problema de autofobia o de xenofobia, pero en cualquier caso la aversión no está justificada y viene provocada por prejuzgar suposiciones, sin tener en cuenta que las creencias, no son certezas. Es obvio que la reacción espontánea hace aflorar los sentimientos internos y en este caso, la voluntad no está por aceptar una convivencia en igualdad. Por contra, el vasallaje ¡ya no se lleva, ni se acepta! .
José Mª Piró Rodriguez,
ex.concejal de CDS en el Ayuntamiento de Sagunto
So pena de caer en el catastrofismo, la experiencia me ha enseñado con qué facilidad los grupos de personas influyentes en el mundo de los negocios o en el de la aristocracia, tienen acceso a organismos de la administración del Estado, para conseguir un trato de favor del Ejecutivo en asuntos en los que tengan algún interés. Estos politólogos, ahora llamados lobby, expertos en transformar principios de derecho en ruindad, no gobiernan directamente, pero ¡Mandan! Con esto no quiero decir que estemos sometidos a un régimen oligárquico; pero tampoco, podemos presumir de ser el ejemplo de un Estado social y democrático, cuando lo que hay es una agobiante política intervencionista que condiciona la vida de los ciudadanos, limita su libertad e impera la ley del todo vale.
Para comprobar como los grupos de presión imponen su voluntad, nada mejor que repasar el trato que han recibido los expedientes de segregación. En 1930, cuando llegaron rumores a Sagunto de que podía ser aprobada la segregación, bastó que una representación del poder mediático saguntino se desplazara a Madrid para que se paralizara el expediente, so pretexto de la construcción de una gran avenida que uniría ambos núcleos y llevaría el nombre del rey Alfonso XIII. Treinta años después, o sea, en 1960, sin, tan siquiera, haberse iniciado la prometida avenida, se plantea una nueva petición de segregación. En esta ocasión, hubo una fuerte confrontación ente los partidarios y detractores de la misma y dado el cariz que llegó a tomar los enfrentamientos, se hizo necesaria la intervención del Ministerio de Gobernación. Y éste, tuvo que tomar la decisión salomónica de cesar al Alcalde, que era de Sagunto y nombrar a otro, que era del Puerto. Al mismo tiempo, anularon el Plan General de Urbanización y prohibieron la edificación de viviendas, en el lado norte del río Palancia, con el fin encauzar la construcción hacia el Puerto. Cuarenta y ocho años después, tras haber quedado demostrado que todos los proyectos anunciados no fueron más que un burdo engaño para salir del paso, ya que no se construyó la avenida, ni se llegó a cruzar las vías para acercarse al Puerto y, contrariamente, no hubo inconveniente en autorizar la expansión de la ciudad hacia el otro lado del río, con estos antecedentes y sin tomar en consideración el derecho de las personas y de los pueblos de preservar y desarrollar su identidad y cultura. En Octubre de 2008, el TSJCV, desestima el recurso de IP y nos dice que la unión urbanística se llevará a efecto a través del proyecto «Fusión». Mayor infundio, desconsideración y arbitrariedad de los poderes públicos, no es posible cometer contra un pueblo que llegó a recibir del Gobierno la distinción al sufrimiento y al valor, por el sacrificio de sus gentes.
Otro asunto que merece un repaso, es el papel que juegan los medios de comunicación. Nadie puede dudar que la información es una necesidad y se espera que ésta, sea seria, veraz e independiente, ya que ejerce una labor pedagógica e influye en la construcción de una opinión pública; aunque los intereses económicos o políticos, ejercen una importante presión sobre los mismos y les hace dudar, entre publicar la verdad o ocultarla. A nivel local, puede advertirse que la actitud del Director de este periódico y la dosificada publicación de artículos de opinión coincidentes en el fondo y la forma, o sea, desvalorizando el trabajo de los perversos concejales de SP y poniendo en tela de juicio la inteligencia de sus votantes, induce a pensar, que existe una premeditada intención de confundir al electorado de SP, para atraerlos hacia UPyD, partido que preside Rosa Díez, buena comunicadora –quizás por haber trabajado de telefonista- formada en la escuela «Felipista» y de futuro incierto, tal como se desprende de la crisis interna por la que está atravesando. Lo único innegable de todo esto, es que este partido se está convirtiendo en cobijo de políticos descolgados de otras fuerzas políticas, en las que no lograron encajar y abandonaron de forma poco airosa. Es posible que el deseo de volver a la política activa, se deba, en parte, a la ilusión estimulante del mito del Ave Fenix, que resurgía de sus propias cenizas; aunque eso solo ocurría en la mitología, en la vida real, los políticos que estén más quemados que la Roma de Nerón, se consumen en sus propias cenizas. En la vida hay que ser realistas y saber donde está el límite de lo posible y lo correcto y así entendido, los porteños conscientes del peligro que corría sus señas de identidad y conocedores de esa máxima que dice: «Quien no castiga el mal, está consintiendo que se haga», decidieron con sus votos que no siguiera gobernando el «tripartito», artífice de la perturbación social del Municipio. Es cierto que el objetivo de IP/SP no es gobernar en el Ayuntamiento de Sagunto, sino conseguir el reconocimiento de un municipio independiente. Pero cuando los que tienen que aplicar las leyes, son los que quebrantan los principios del Derecho, para satisfacer rancias reminiscencia clasistas, no queda más remedio que aferrarse a lo que sea para defender tus derechos y tu dignidad. Pienso que SP, además, del objetivo prioritario que constituye su razón de existir, tiene un plus añadido que les ha venido dado por mandato de las urnas. Este reconocimiento electoral, justifica su participación activa en las labores de gobierno municipal y les obliga a optimizar la ciudadanía porteña, mediante un trato justo y de igualdad, dentro del contexto vecinal. No cabe duda que esta labor entraña grandes dificultades, visto el brote de ansiedad social surgida en parte de la población saguntina, por causa del pacto de gobierno entre el PP y SP —pese a que este tipo de acuerdo ha sido algo habitual en esta Corporación— Desconozco si este estado de ansiedad viene provocado por algún problema de autofobia o de xenofobia, pero en cualquier caso la aversión no está justificada y viene provocada por prejuzgar suposiciones, sin tener en cuenta que las creencias, no son certezas. Es obvio que la reacción espontánea hace aflorar los sentimientos internos y en este caso, la voluntad no está por aceptar una convivencia en igualdad. Por contra, el vasallaje ¡ya no se lleva, ni se acepta! .
José Mª Piró Rodriguez,
ex.concejal de CDS en el Ayuntamiento de Sagunto