Imprimir esta página

Unos contra otros, con un manojo de prejuicios

Escrito por Francisco Gómez Caja
Viernes, 11 Junio 2021 21:01

Hubo un presidente socialista en este país llamado Zapatero, cuyo triunfo más importante fue romper el espíritu de la transición. Este era el espíritu que necesitábamos después de 40 años de una dictadura, había que hacer de nuestro país un edificio discreto, austero, sin grandes lujos, cercano al corazón, donde cogiéramos todos, sin vallas que nos pudieran separar y donde se escucharan todas las voces, porque en esto siempre hemos sido muy deficientes.

El espíritu del pacto constitucional para ZP era una claudicación, y conformarse con una libertad imperfecta. Por esto se aplico en desmantelar de la vida pública cualquier vestigio de consenso que pudiera proporcionar cohesión territorial, institucional y política, y empezó con su agenda de desconstrucción rupturista. Y durante su mandato además, negó una crisis cuando ya estaba aquí, y no tomo las medidas oportunas. Cuando la reconoció, solo supo disparar el gasto público e incrementar el déficit, dejando oculto más de 25.000 millones de euros, arruinando las expectativas de toda una generación. Abrió innecesariamente el melón autonómico, y dio alas al separatismo catalán con su insensata actuación en el desarrollo del Estatut, “que no reclamaban los catalanes”. Reabrió heridas ya cerradas en la sociedad con su sectaria “Memoria Histórica”. Puso el país patas arriba, creando más problemas que soluciones, haciendo trizas el consenso, sembró las calles de sectarismo, y revigorizo a ETA y la sentó en las Instituciones.

Ahora tenemos de presidente a su alumno más aventajado, el Sr. Sánchez que sigue en su nefasta línea de permanentemente conflictos, y como miente más que habla nos aleja de discusiones serenas, y de soluciones, no hay propuestas concretas y se dejan de lado los debates constructivos sobre aspectos ideológicos fundamentales. Por esto esta sociedad se está cada día polarizando más (nosotros frente a ellos) todos enfrentados se perciben como enemigos a eliminar, cuando se niega la legitimidad de la propia existencia.

Al Sr. Sánchez no le importa nada más que el poder, y no le importa tener a la sociedad en contra de los indultos, va a sacar a los golpistas a la calle porque los necesita para gobernar, y poco le importa que lo vuelvan hacer, y así será porque se vanaglorian de ello. Los propios militantes de su partido y dirigentes de hasta seis federaciones, le dicen que no se salte los estatutos concediendo los indultos a los condenados del Procés, porque le podría implicar la expulsión del partido.

Ante este clima de polarización que se está dando en nuestro país, por estos acontecimientos de opiniones totalmente contrapuestas entre personas y partidos, porque algunos no quieren cumplir las normas que es la Constitución, y con una nefasta y negativa política del gobierno de acoso y derribo al ciudadano más débil, nos está deshumanizando en connivencia con las grandes empresas, bancos y multinacionales que nos esclavizan un poco más con sus altos precios de productos básicos como la electricidad donde el gobierno carga siempre a los menos pudientes todos sus desaciertos energéticos, en un recibo sinsentido porque si antes pagábamos 100 euros ahora pagaremos 150. Mientras va aumentando el paro, la temporalidad en el empleo, y los sueldos más precarios, que nos hacen ser pobres matándonos a trabajar, se elimina las clases medias y los ricos son más y más ricos, con inclusión de los políticos entre estos últimos.

Merece la pena reflexionar sobre la preocupación de expertos y estudiosos que nos advierten sobre el proceso de retroceso democrático que está teniendo nuestro país, en donde crecen los partidos extremos porque estamos en este clima de extremismos y polarización. Y es que los votantes leales pero sobre todo los dirigentes de algunos partidos empiezan a aceptar que todo vale con tal de no sucumbir ante el enemigo. Estamos en una pendiente deslizante, por esto debemos de dejar de hablar de identidades, y hacerlo solo de política para mejorar la vida y la convivencia, todo lo demás son chorradas.

“Los que no conocen su historia están condenados a repetirla”. Por esto les digo que en octubre de 1934 un tal Lluis Companys aprovechando la sublevación de Asturias liderada por UGT y PSOE que dejo miles de muertos por el camino, hizo lo siguiente:

“En nombre del pueblo catalán y de su parlamento, el Gobierno que presido, asume todas las facultades de poder en Cataluña, proclama el Estado Catalán de la república Federal Española”.
Companys y su Govern fueron condenados a 30 años de prisión por rebelión. El presidente de gobierno Sr. Azaña decreto en febrero de 1936 la amnistía de los golpistas catalanes. Y los golpistas catalanes de la mano de su presidente, decretaron 8.400 sentencias de muerte, que fueron fielmente ejecutadas, entre otras la del alcalde de Lleida, cuyo delito fue organizar una cabalgata de reyes para los niños.

El 17 de julio de 1936 empezó una guerra civil en España, que todos debemos recordar, porque fue una guerra carente por ambos bandos de conciencia, de moral, y de humanidad. Nos debe de hacer reflexionar sobre los valores de la paz, y lo importante que es el respeto a los derechos humanos. Era muy joven cuando alguien en clase pregunto porque habíamos tenido una guerra civil y el profesor contesto “porque los españoles no nos sabemos escuchar” sigo pensando que tenía razón.

Al Sr. Sánchez se le va hacer muy larga esta legislatura, porque aunque no quiera escuchar, y aunque cierre las calles por donde pasa, siempre oirá, como hace poco en Alcalá de Henares “Vete ya Hijo de ” porque aunque va de Santísimo narcisista, sus conductas impulsivas, su manipulación, su egocentrismo, su ausencia de empatía y sus mentiras siembran odio y esto es lo que recoge.

Un abrazo de Paco.

Francisco Gómez Caja