Los trabajadores de Bosal siguen peleando en varios frentes. Por un lado, en los juzgados ya que llevaron al grupo Bosal a los tribunales por lo que consideran una quiebra inducida de la planta local de tubos de escape; por otro lado, instan a diversas instituciones a que destinen fondos para un plan social. «Mientras tanto, los ex empleados de la fábrica de sistemas de escape tienen una situación dura porque no tienen un plan de acompañamiento social dentro del expediente de regulación de empleo», señalan fuentes sindicales.
En todos los EREs hay una obligación que marca la ley de que a los mayores de 55 años, si no hay una causa económica para el cierre, y en este caso se demostró que no la había porque era una estrategia del grupo, la empresa tiene obligación de pagar las cuotas de la Seguridad Social, cosa que Bosal no hace. También está obligada la compañía a contratar una empresa de recolocación durante, al menos, seis meses para facilitar la posible formación y recalificación de los trabajadores afectados, cosa que como es conocido, en este caso tampoco había.
De todas esas carencias, desde el principio, entendieron los trabajadores que había que hacer un esfuerzo desde las diversas administraciones públicas para compensar lo que la empresa no cumplía y, debido a que en esta zona hay un importante porcentaje de desempleados porque ha caído mucho la industria con el cierre también de Galmed. «Existe una situación dramática de la industria por ello entendemos que se se deben poner en marcha esas medidas», señalan las fuentes citadas.
Entre las medidas, las hay que dependen del Ministerio de Empleo como son los convenios especiales con la Seguridad Social para los mayores de 55 años —otra de las obligaciones que la empresa no ha cumplido— que es una ayuda económica que viene a cubrir parte del salario hasta llegar a la edad de jubilación, los 61 años, que en este caso, podrían llegar a la mayoría, y a los menores de 55 años, la reposición de las prestaciones por desempleo. Esa es un ayuda que figura dentro de un Decreto Ley del Ministerio de Empleo.
«Todo ello está solicitado y pendiente de que se materialice y se ha confirmado que se han concedido 1.130.000 euros para esos tres conceptos. Son tres tipos de ayuda», matizan los sindicalistas.
Fondos FEAG
El Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización (FEAG) presta apoyo a los trabajadores que pierden su empleo como consecuencia de grandes cambios estructurales en las pautas del comercio mundial, provocados por la globalización. Este es el caso, por ejemplo, del cierre de grandes empresas o deslocalización de la producción fuera de la Unión Europea o por la crisis económica y financiera mundial.
El FEAG, que tiene un presupuesto máximo de 150 millones de euros al año para el período 2014-2020, puede financiar hasta el 60% del coste de los proyectos concebidos para ayudar a los trabajadores despedidos a encontrar un nuevo empleo o crear su propia empresa.
Como norma general, el FEAG solo puede actuar si se despide a más de 500 trabajadores en una única empresa (incluidos sus proveedores y los transformadores de sus productos) o cuando un elevado número de trabajadores de un determinado sector pierde su empleo en una región o en varias regiones vecinas.
Las intervenciones del FEAG se producen bajo la gestión de las administraciones nacionales o regionales. Cada proyecto tiene una duración de dos años.
El FEAG cofinancia proyectos que contemplen medidas como: asistencia en la búsqueda de empleo, orientación profesional, educación, formación y reciclaje profesional, tutoría y asesoramiento individual, emprendimiento y creación de empresas.
También puede proporcionar ayudas a la formación, ayudas por movilidad/desplazamiento, dietas y otras ayudas similares. Pero el FEAG no cofinancia medidas de protección social como las pensiones o las prestaciones de desempleo.
Los trabajadores despedidos pueden recibir ayudas de los proyectos del FEAG. Durante el período 2014-2020 están incluidos tanto los autónomos, como los trabajadores eventuales o con contrato de duración determinada. No se puede recurrir al FEAG para evitar el cierre de una empresa, modernizarla o reconvertirla. Señalar asimismo que el FEAG cuenta con un reglamento para el período 2014-2020 y este reglamento establece las normas en cuanto a criterios de intervención, posibles beneficiarios, solicitudes admisibles, medidas, etc...
La representación sindical insistió mucho en que para todas las acciones de formación, recolocación autoempleo y demás, se solicitaran estos fondos europeos FEAG, cuyos requisitos explicados más arriba no se cumplen exactamente en este caso, pero según afirman: «hay una tercera vía que es la de la excepcionalidad. Esta consiste en que excepcionalmente se puede conceder en aquellos casos en los que se considere necesario emprender esas acciones aunque no cumplan los requisitos anteriores».
No obstante, hay que considerar que la zona industrial de Sagunto que se había visto afectada por el cierre de las empresas y la escasa posibilidad de encontrar empleo de ese sector, se hacía necesario emprender acciones de formación, recalificación y de reinserción en otros sectores, por lo que eran necesarios esos fondos y se instó al Servicio Valenciano de Empleo (SERVEF) a que los solicitara.
Esos fondos europeos, explican los sindicalistas, se deben tramitar con una solicitud de personas afectadas, perfiles profesionales, formación que tienen, describiendo lo que hay y qué se pretende, qué medidas formativas qué medidas de recolocación, las condiciones de la zona, etc... Para ello se debe adjuntar una especie de memoria donde se refleje cuál es la realidad de los trabajadores y de su entorno y qué acciones se quiere emprender. «Eso es lo que está haciendo el SERVEF, organismo a quien compete solicitar los FEAG. Esos fondos hay que conseguirlos porque significa dinero para que la gente pueda ser atendida en sus necesidades de recolocación, buscando el empleo que pueda haber y, además, qué necesidades formativas puedan tener para esos empleos y formarse para acceder a ellos», señalan desde las fuentes citadas, y siguen informando que es un plan que los trabajadores de Thyssen lo tuvieron, porque lo pagó la empresa dentro del ERE, pero Bosal no lo paga, debido a que está en un proceso concursal, «pero es necesario solicitarlos y le compete a la Generalitat hacerlo y nos comunican que están haciendo la solicitud, pero nosotros lo consideramos urgente y debe enviarse en la primera quincena de mayo, por lo que debe hacerse un esfuerzo para que se apruebe en el organismo europeo correspondiente antes de que finalice el plazo, precisamente a finales de mayo».
Si se aprueba se tendrá que sentar el SERVEF con quien considere que debe hacer todo el plan de acciones englobadas en esos sueldos, «porque hay que justificarlos al organismo europeo y argumentar que se hace y se deja de hacer y, a partir de ese momento, es cuando se pondrán en marcha las acciones, mientras tanto, ni existe FEAG, ni hay fondos, porque todavía no se han solicitado a la UE. Cuando se solicite y se apruebe podremos hablar de qué cantidad de fondos y de qué acciones se tienen que hacer, esa es la cuestión».
Para ese fondo la Generalitat ha dicho que va aportar 400.000 euros que ya están presupuestados. Si los fondos se desarrollan con el 60% de la UE y el 40% del país miembro o de la región que lo solicita, la cifra puede puede ser un millón de euros «que iría destinado según los requisitos, a acciones de formación, recolocación, autoempleo, etc.. Hay un abanico de acciones posibles dentro de los FEAG y se pueden utilizar todas ellas», concluyen las fuentes citadas.
Situación actual de los ex trabajadores de Bosal
Muchos de los trabajadores de Bosal ya han agotado las aportaciones del desempleo y se encuentran en una situación «muy dramática». Los trabajadores han agotado mucha prestación por desempleo con todos los expedientes de ERTES que presentó la empresa y también con el período de suspensión de empleo que se hizo dentro del concurso de acreedores que duró casi once meses ya que había que demostrar que existía una acción del grupo Bosal tendente a acelerar la situación de quiebra y tuvieron que utilizar un expediente de regulación de suspensión de empleo para no extinguir los contratos durante esos once meses que los trabajadores estuvieron consumiendo desempleo.
«Se ha comunicado esa situación de los ex- trabajadores de Bosal al Ministerio de Empleo para cuando sea posible se les reponga. Se ha pedido el fondo de Garantía Salarial que en breve lo van a empezar a cobrar», anuncian los sindicalistas.
«Los trabajadores de Bosal lo están pasando muy mal»
Tras la visita de lo portavoces de los grupos municipales del Ayuntamiento de Sagunto, hace un par de semanas, a la Dirección General de Industria, quedó claro que del millón de euros contemplado en los Presupuestos Generales del Estado para la reindustrialización del municipio de Sagunto, no se va a destinar ni un euro para los ex-trabajadores de Bosal, porque esos recursos se van a destinar a finalizar las infraestructuras inacabadas de los polígonos industriales, sobre todo de Parc Sagunt.