Dolors Carrasquilla cumple su segundo mes acampada en la calle, donde el mal tiempo no ha hecho más que agravar, según declaran desde su campamento, las secuelas que dejó en su organismo su huelga de hambre de 24 días, llegando hasta tal punto que, según el relato de los miembros de sus campamentos, han tenido que intervenir el personal del SAMU inyectándole pimperan, paracetamol y enantiun de forma intravenosa, por lo que en tales circunstancias, no pudo acudir a la cita que tenía concertada, para su revisión en el INSS.
Desde el campamento de Carrasquilla también se resalta que su causa sumó ayer su segundo apoyo institucional tras aprobarse en Aldaia una moción similar a la que se aprobó en el Ayuntamiento Sagunto y que salió adelante con la abstención del PP. La intención de los colectivos de apoyo a la dependiente es llevar esa moción hasta otros municipios de la provincia para continuar apoyando a la dependiente.
Carrasquilla ha vuelto a pedir a los miembros del Gobierno Valenciano que «demuestren esa voluntad de llegar a una pronta solución» en el tema del copago farmaceútico «porque la ciudadanía y muy especialmente los discapacitados, dependientes y enfermos crónicos ven peligrar su supervivencia en estos momentos y de llegar a ocurrir algo, donde se puedan dar casos de autenticas desgracias, serán Uds., el Gobierno los únicos responsables, aunque ya sinceramente, no esperamos nada, pero en verdad lo deseamos y lo necesitamos».
La dependiente asegura que no se moverá «hasta que obtenga hechos fehacientes de encontrar soluciones a la discapacidad y el copago farmacéutico».