Por si los efectos de la inflación y la subida de tipos no fuera suficiente carga, los ciudadanos de este municipio hemos de preparar nuestro monedero para afrontar subidas de impuestos y tasas. El Gobierno municipal, surgido de las elecciones del 28-M, que está formado por doce concejales del PSOE y uno de Esquerra Unida-Unidas Podem, ya saben, la izquierda transformadora, celebró el 4 de julio pasado pleno extraordinario matutino, a las 8 de la mañana, para aprobar una subida de sueldos que rondaba el 14%. No está mal, ¿verdad? Teniendo en cuenta que la nueva Corporación municipal quedó constituida el 17 de junio, es bastante evidente que la primera medida de calado que tomaron estos chicos fue arreglarse bien el saquito, que nadie se libra de la subida de precios y tipos de interés. Por otro lado, no olvidemos que la solidaridad empieza por uno mismo.
Sucede que todos estos dispendios los tiene que pagar alguien, porque esta generosa subida de sueldos no es más que la guinda del pastel, pues, como es conocido, el gasto corriente en el consistorio está completamente disparado y fuera de control desde hace ya algunos años. Llegados a este punto, solo hay dos vías: la de racionalizar el gasto o la de subir impuestos, y estos caballeros han optado por meter la mano en la cartera de los ciudadanos, que es el camino más sencillo. Además, lo hacen a principios del mandato, para que la gente no se acuerde en el 2027, cuando tenga que volver a votar en las siguientes elecciones municipales.
Así pues, las personas residentes en este municipio tendremos que ir preparando el bolsillo para afrontar la subida del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), la del Impuesto de Plusvalía y la del Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica, que también se modifica. Encima, por si faltaba algo, Aguas de Sagunto ya ha dejado claro que es necesaria una revisión tarifaria para equilibrar los desajustes presupuestarios, es decir, que el recibo del agua también aumentará, tanto por el propio consumo, como por la reactivación del canon de Saneamiento que, encima, vendrá doble, puesto que, entre el 1 de agosto de 2023 y el 31 de enero de 2025, los usuarios abonarán también las cuotas que dejaron de pagar desde agosto de 2022 a julio de 2023, que fue el periodo de suspensión decretado por el Gobierno progresista de la Generalitat Valenciana.
En definitiva, éramos pocos y parió la abuela, teniendo que sumar a los efectos de la inflación y los tipos de interés, una subida de impuestos y tasas en el ámbito municipal. Como vengo diciendo, con tanto dispendio era inevitable que antes o después nos metieran la mano en la cartera. Es lo que hay.
