A modo de recorrido

Lunes, 27 Abril 2015 10:51

Desde mediados de enero estaba “sin refrescar” el contenido de “Cascorro con la lata”. Bien es verdad que a la lata no le faltaba gasolina, ni que a Cascorro se le hubieran ido las ganas de acudir a la cita con los lectores de El Económico que tan bien me trata y, a veces, como ahora, me espera.

Dos motivos han retardado esta nueva entrada: No os podéis ni imaginar lo que conlleva de dedicación, esfuerzo, atención y seguimiento tener tres expedientes disciplinarios abiertos. Tienes que priorizar, y vas aplazando compromisos. Para defenderte tienes que concentrar recursos de todo tipo, sobre todo mentales, y concentrarte en defenderte de acusaciones sorprendentes.

En segundo lugar: me siento orgulloso de que mi última entrada “La corrosión del carácter” tenga registradas (cuando escribo estas líneas) 7.645 lecturas. Si quitamos 45 que puedo haber generado yo mismo como autor haciendo un seguimiento, me siento satisfecho. Las noticias,  que corren como la pólvora. El morbo, que a algunos les lleva a refrescar el historial de Cascorro. El chascarrillo o cotilleo que induce a  otros, después de lo oído, a informarse a ver si hay algo nuevo (con sangre o no). Viendo como aumentaban las visitas, sin prisa pero sin pausa, me hacía pensar que lo podía mantener en primera línea, en portada. La corrosión del carácter es un hecho. El miedo una evidencia palmaria. El susto, el alimento diario de muchos. La hipocresía, un salvoconducto. Intenar salvarse, una práctica a la desesperada: no hay escrúpulos (el carácter corrompido no lo permite).

Desde mediados de enero han sucedido muchos hechos, y se han producido un sinfín de noticias que podían haber alimentado de gasolina la lata que pedía cerilla(o mechero). Corrupción, a todos los niveles y no sólo política, la que más os sonará. Tragedias en el mar. Desahucios inmisericordes. Contratos de esclavitud. Cocinado de mordazas varias. Impunidad, chulería, bravuconadas del poder. Espectáculos políticos, autonómicos y locales. Gente tomando posiciones a la desesperada y limpiando cajones (miles de cajones y discos duros).

Estos días se sabe que al Jefe de la Policía de Mislata (Valencia)  al que se le expedientó y se le suspendió de empleo y sueldo con base en una mentira y a la primeras de cambio, y que posteriormente ganó el juicio, no le ha permitido la ¿justicia? que al Sr. Alcalde, un joven socio-listo, y aun reconociendo una resolución injusta por su parte, se le condene por prevaricación: tenía que ser “evidente, patente, fragante y clamorosa” la intención ¡vaya por Dios!. Un trabajador interino en Denia, plaza en la que manda una Alcaldesa pepera,  prepotente y frustrada, gana el juicio, pero ya ha sido despedido ilegalmente (todo por advertir en su informe que se estaba incumpliendo una Ley, ¡manda bemoles!). Y nada: que no se readmite. Se queda sin justicia(los vecinos a pagar la indemnización) y la Alcaldesa a  seguir tomando el sol. El Ayuntamiento de Llíria (sus ciudadanos que pagan impuestos) condenado a resarcir por despido improcedente a un trabajador al que se le violentaron a sabiendas sus derechos fundamentales, como consta. La Autoridad, se va de rositas.

A los pies del castillo saguntino y del alto horno porteño en estos tres últimos meses ha habido de todo: cuchillos largos, codazos, zancadillas, resurrección de viejas glorias políticas, cierres, política de propaganda y foto, revuelo en las Claustros locales, por lo sabido y conocido de unos WhatsApp de una Directora y unas maestras en el madrileño Casarrubuelos. Han retornado los mosquitos antes de tiempo, el fibrocemento sigue en los tejados de algún colegio; de la vacuna equivocada nunca más se supo; de los resultados de las evaluaciones diagnósticas(sic) todo ha sido silencio y ocultamiento. Pese a solicitarlo por registro, y a pesar de que la normativa afirma “que me obliga”, no he podido disponer de un ejemplar completo y diligenciado con un cuño de la Programación General Anual de mi centro docente (sólo por ser el más mayor, el que más tiempo lleva en él, y el que más expedientes disciplinarios acumula, me deberían facilitar una copia como Dios manda). Ayer, me enteraba que los vecinos caneteros tienen un Secretario municipal entre rejas. Todo son sobresaltos, y tenemos para Rato.

Informaros por último, que aquí sigo. No voto aquí, pero soy ciudadano porteño después de 28 años mal-formando alumnos. Un peligro social, según el Inspector Instructor de mi expediente 636/2013, y que merezco perder el destino, y estar 1 año sin sueldo. Pero él, no me ha dado ni un solo documento del Expediente al que tengo derecho; derecho fundamental a la defensa; derecho a conocer quién me denunció y por qué. Con qué personas responsabilizándose de sus testimonios o acusaciones, y dando explicaciones. En doce meses debió ser resuelto. Llevo dieciocho esperando. Lo que sé ya se lo conté en “Expediente disciplinario”, en este Blog, en mayo de 2014(ver). En noviembre de 2014 os informaba de que “Y van tres”. Pero es que en noviembre de 2013 dejaba claro, y preguntaba el “¿por qué la han tomado conmigo?”. Total por anunciar que iba “Preparando la mecha (junio 2013)”; por poner en solfa los famosos e inútiles  Contratos_Programas como hacían otros muchos (“O lo que sean”); por contarles los “Días inciertos” en Consellería de Educación; por ir “Siguiendo a Foucault” en vez de a Rajoy; por quejarme de sudar “La gota gorda”; y por considerarme a estas alturas “Vacuna do” de casi todo. Quizá porque todavía no tengo corrupto el carácter (aunque camino voy haciendo) y no sea ejemplo de perfección mística.

En la página 3 de la Resolución sancionadora del Director General se relaciona diversa documentación que desconozco a día de hoy. Se puede leer en uno de los guiones: “Correo electrónico de fecha 11 de junio de 2013 de la Directora del C.E.I.P. Maestro Tarrazona del Puerto de Sagunto, Dª(emito el nombre), dirigido al Inspector de Educación, D.(emito el nombre), que adjunta el artículo publicado por el maestro, Sr. Mayordomo Buendía(Cascorro con la lata), en el diario digital “El Económico”(no dice qué entrada es, pero revisar el blog, y hagan apuestas). Es decir: que tengo lectores, y por ende “El Económico”, entre los que, presuntamente, llamaron al Menesterio, y por deducción, en el Menesterio mismo. Sr. Director: me debe una.

Dentro de quince días prometo volver a estar con vosotros y vosotras. No os merecéis que me alargue tanto en el tiempo, y a mí no me conviene. Hablaremos de los sucesos de un adolescente de 13 años en un I.E.S.( o C.E.I.P) cualquiera del Estado español, de la Comunidad Valenciana, o del Puerto de Sagunto, por ejemplo (aunque momentáneamente, físicamente, ya no esté con vosotros, y no esté cobrando sueldo, con lo cual tendré más tiempo para esmerarme). Y comprender y perdonar mi ausencia, que no mi desinterés o desidia, que nunca la tuve.


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