Valde honoratus

Escrito por Antonio Ortiz López
Viernes, 22 Marzo 2024 10:35

Cuando Jesús de Nazaret regresó a su pueblo natal para anunciar en la sinagoga el cumplimiento de la profecía de Isaías sobre que él era el Hijo de Dios, sus paisanos no sólo no le tomaron en serio, sino que lo acusaron de herejía; entonces dijo: de cierto os digo que ningún profeta es acepto en su propia tierra (S. Lucas, 4:24). De aquí procede el refrán castellano nunca el juglar de la tierra tañe bien a fiesta. En otras palabras, quien quiera alcanzar cierto respeto y reputación debe buscarlos lejos de su lugar de origen.

Sin embargo, he tenido la fortuna de comprobar que ese viejo adagio no siempre se cumple. Desde estas líneas quiero agradecer muy sinceramente a la Associació Memòria Industrial I Moviment Obrer (AMIMO) de Puerto de Sagunto el que me haya concedido el Premio Gonzalo Montiel 2024 ex aequo con Radio Unidad. Este galardón, de entre los que he recibido en mi ya larga trayectoria profesional, me hace especial ilusión y, como decían los clásicos, sentio valde honoratus, me hace sentir muy honrado, porque viene a ser el reconocimiento del pueblo que me vio nacer a mi labor personal como historiador de ese pueblo obrero.

Como hijo de un pontonero almeriense del tren blooming de AHM para mí constituye una gran satisfacción que AMIMO me haya otorgado este galardón. Y más, si cabe, cuando tengo la fortuna de compartirlo con Radio Unidad, aquella emisora que nos mantuvo alerta y movilizados durante los intensos meses que duró aquella épica resistencia de todo un pueblo ante el cierre de la añorada fábrica, aquél tiempo de reconversión.

Por estas fechas se cumplen cuatro décadas de aquellos acontecimientos en los que me vi inmerso. Tiempo suficiente para olvidar toda añoranza de aquél tempestuoso pasado, sin que ello signifique su total olvido. Hasta hace muy poco tiempo no me he atrevido a historiar la reconversión industrial que sufrió nuestro pueblo por temor a no ser suficientemente imparcial. Porque la memoria no es Historia, porque es muy personal y a la vez frágil, junto a mi vocación de docente, he dedicado mi vida a poner negro sobre blanco la Historia de mi pueblo, de sus orígenes ligados al capitalismo vasco, de su papel en la formación y desarrollo del movimiento obrero, de su decisiva aportación a la resistencia republicana durante la contienda civil, de la dura vida del inmigrante enfrascado en labrarse un futuro de esperanza para mejor vida de su familia en los duros años del franquismo, de la injustificia de una reconversión industrial que hubiera supuesto la desaparición de nuestro pueblo, pero que la lucha obrera consiguió evitar.

Desde 1989 vengo rebuscando en la memoria colectiva, en los archivos y en los documentos que he tenido a mi alcance para divulgar el pasado de mi pueblo y el patrimonio que nos legaron nuestro mayores. En 1993, formando parte de Contrast, mi grupo de investigación docente, obtuvimos un premio de la Conselleria de Educación por la primera unidad didáctica sobre el impacto que la industrialización había tenido en Puerto de Sagunto. Desde entonces, empleando el entorno como principal recurso didáctico, diseñamos varios itinerarios por nuestro patrimonio comarcal y municipal. En 1995 publicamos la primera guía arqueológico-industrial de Puerto de Sagunto, a la que siguió el primer itinerario histórico-artístico del Camp de Morvedre. Con el nuevo siglo, comenzamos a utilizar la tecnología digital para coleccionar cuantos documentos, audiovisuales y testimonios orales de todo tipo pudiéramos recoger para emprender una especie de enciclopedia digital de nuestro patrimonio comarcal. En 2002 mi colega José María Prats y yo publicamos el primer libro ilustrado sobre los orígenes, evolución y patrimonio de nuestra ciudad, coincidiendo con el centenario de su fundación. También ese año el Ayuntamiento de Sagunto nos premió una nueva unidad didáctica sobre el patrimonio industrial, revisión de nuestra primera guía-itinerario. Por fin, entre 2004 y 2012 pudimos coordinar la edición de un DVD interactivo sobre el patrimonio histórico artístico e industrial de nuestra comarca… Todo ello mientras formaba parte, sucesivamente, de dos equipos directivos de dos institutos de nuestro municipio y gracias al apoyo decidido, primero del CEP y luego del CEFIRE de Sagunto, si bien la difusión de todas nuestras obras quedó reducida al ámbito docente.

Tras todos estos años he tenido la fortuna de contribuir en formar nuevos historiadores locales. He podido colaborar en varios audiovisuales sobre la historia reciente de nuestro pueblo y he publicado diversas monografías y artículos sobre los primeros nacidos en Puerto de Sagunto, el impacto de la inmigración y de la industrialización en nuestro entorno, la historia del Colegio Público Cervantes y me ocupo ahora de rescatar del olvido alguno de nuestros personajes locales. Entre ellos está la figura de Ángel Perales Yuste, que tanto significó en el movimiento vecinal y que colaboró en un reportaje cancelado por TVE donde los obreros cuentan toda la verdad sobre lo que estaban padeciendo durante la reconversión aquél 1984, haciendo una crónica de cómo llegaron aquí y lucharon por sobrevivir y consolidar la fábrica. También tengo próxima la edición de la biografía del maestro y erudito Manuel Vega Riset, verdadero artífice de que los obreros porteños pudieran forjarse un futuro alternativo a la siderurgia. Su meritoria trayectoria vital y profesional al servicio de nuestra comunidad bien podría recibir un justo homenaje dedicándole un centro educativo de nuestra localidad.

Este nieto de campesinos almerienses convertidos en obreros porteños, quiere dedicar este galardón a su memoria: a mi abuelo Antonio, que buscó una mejor juventud en la Pampa y tuvo que regresar a Níjar; a mi abuela Dolores, quien, ya centenaria, agradecía el haber disfrutado aquí de una vida plena; a mi padre Bernabé, enamorado de Las Negras, su pueblo, y pontonero del tren blooming. Papá: te hice caso; me gano la vida usando el bolígrafo pero no he olvidado que he podido hacerlo gracias a todas tus madrugadas de ruido, grasa, calor sofocante y peligro constante que viviste. A mi madre Dolores, la última de ellos en abandonar este mundo. Mamá, no me acostumbro a tu ausencia pero tu fuerza, como la de tantas mujeres de obreros de tu generación que fuisteis la base de aquella lucha, me acompaña siempre.

Todas las personas que he nombrado forman parte de mi patrimonio personal, de mi memoria que hoy comparto con la colectividad. Como todas las personas que lean esto tienen la suya. A todas ellas les animo a no perder esa memoria, ese patrimonio, a perpetuar su recuerdo en este tiempo que hoy compartimos. Porque esa y no otra es la misión que me impuse cuando me licencié en Geografía e Historia: que no se olvide aquella lucha épica, aquél tiempo de solidaridad que envolvió una vez a mi pueblo. Sólo esto y no otra cosa distinta persigo con mis artículos, mis libros, mis cuadernos didácticos y mis clases. Para esa tarea me sirvo de los restos materiales de un pasado que fue para no olvidarlo, cuidarlo y amarlo. Porque nuestro patrimonio industrial es el más preciado vínculo que tenemos con la memoria de nuestros antepasados, de aquellos antiguos campesinos reconvertidos en obreros que tanto lucharon por nuestro futuro que es ahora nuestro presente.

Por último, también quiero agradecer a María, mi esposa, y a mi hija, Lucía, la enorme paciencia y resignación con la que comparten la vida de este ya viejo profesor. Porque sin vosotras, no podría continuar. Gracias.

Antonio Ortiz López
Profesor de Geografía e Historia del IES María Moliner

 

 

 

SUCESOS

SALUD