Ante la inconsistencia de las argumentaciones dadas por la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) para justificar el traslado del barco-ferri Sorrento a nuestro puerto, el Alcalde Muniesa y su equipo no han tenido más remedio que sumarse y mostrar, también, su desacuerdo con la decisión política tomada por el Ministerio de Fomento que dirige su compañera de partido la señora Pastor. Parece una decisión obligada y obligatoria, que han debido de tomar lógicamente condicionados por la proximidad electoral del 24 de mayo. Yendo una vez más a lo práctico y amparados en que esta competencia les supera como gobierno local, se han dejado arrastrar por la oposición que de forma unánime y contundente ha rechazado desde el minuto cero un traslado sin sentido. Les habrá costado, tan disciplinados como son, pero la urgencia electoral es una prioridad a la que dar respuesta.
En la reunión de la Junta de Portavoces de la tarde del martes, los representantes de la APV presentes hablaron de una alarma injustificada, de que no existía ningún riesgo en el traslado y de que las tareas solicitadas por el armador en el puerto se limitaban a la descarga de las mercancías (123 camiones y contenedores) y al apuntalamiento de la estructuras de las plantas dañadas para un posterior traslado a un astillero italiano. Particularmente me resulta curiosa su extrañeza sobre la alarma generada, cuando ellos mismos, gestores directos de los puertos, no habían concedido todavía –según explicaron- autorización de atraque en este puerto, y “que el armador debía completar la documentación reglamentaria solicitada”. A esa hora del martes, ya todos conocíamos por los medios de comunicación que el ferri quemado estaba siendo remolcado hacia Sagunto. Así que primero se decidió el traslado y luego se vistió con los trámites necesarios.
Y es que la falta de transparencia que se gasta este gobierno es clamorosa por antidemocrática, y la opacidad se acrecienta hasta el infinito cuando se trata de informar sobre aspectos relacionados con grandes o pequeñas catástrofes/accidentes de carácter público en los que el propio gobierno debe tomar/explicar alguna decisión. Hace años, los españoles asistimos estupefactos a la cuestionada resolución de la crisis del Prestige que llenó de chapapote las costas gallega y cantábrica por los “hilillos de plastilina” de Rajoy y recientemente por el hundimiento del pesquero ruso Oleg Naydenov a 15 millas al sur de la punta de Maspalomas que todavía trae cola. Pero quiero referirme no sólo a la resolución, que puede ser más o menos acertada, también al tratamiento mediático dado por el gobierno, por este gobierno. No pasa nada, todo está bajo control, hay que disipar la alarma… y ahí es cuando más miedo dan.
¿Tanto cuesta explicar por qué han decidido que el puerto de Sagunto acoja los despojos del Sorrento? Si solo se trata de descargar las mercancías, ¿para qué realizar una travesía arriesgada teniendo el puerto de Palma de Mallorca a tan sólo 18 millas? ¿Como no se va a crear alarma e incertidumbre con los antecedentes conocidos, si el único argumento expresado ha sido que el armador así lo ha solicitado?. Deben haber razones técnicas o estratégicas o políticas, que todas valen, para justificar una decisión. Razones que deben ser expuestas con claridad a una población que, de repente, se desayuna con la forzada presencia de un artefacto –de 186 metros de eslora y con 740 toneladas de fuel en los tanques- tremendamente dañado por un aparatoso incendio allá por las costa de Mallorca y del que ningún puerto quiere saber nada. En evidente contraste con la información facilitada por los responsables políticos del partido de gobierno, afirmo que todo estaba decidido días antes de que el nombre de Sagunto saltara a los medios. Hemos leído como la Sra. Bono –portavoz del PP local- rechazaba el pasado sábado “que se use el período electoral para crear alarma sin tener la certeza de que venga el barco” (¿?) o como la propia APV explicaba el domingo que no habían recibido ninguna petición para acoger al ferri en nuestro puerto. Excusas administrativas para negar la mayor ante la opinión pública, cuando, es evidente, ya tenían el conocimiento pleno de que el destino del Sorrento era Sagunto.
Decía David Zeman (El Síndrome de Pinocho) que el miedo y la información son las armas más poderosas. Con este gobierno hemos descubierto el miedo a dar información, ya saben, ruedas de prensa a través del plasma, anuncios a hechos consumados y claro… todo sin preguntas, no sea cosa que se enreden en directo o en diferido.
José Luis Chover Lara
Portavoz del PSPV-PSOE en el Ayuntamiento de Sagunto
