Aunque aún es pronto para hacer balance sobre la cosecha de naranja en la comarca del Camp de Morvedre, donde se plantan principalmente variedades más tardías como la Valencia-Late o Lane-Late, los agricultores de la comarca han mostrado su preocupación por el estancamiento en los mercados cítricos.
Y es que mientras que la campaña de la clementina ha registrado buenos resultados, la de la naranja está funcionando a una velocidad mucho más lenta. «Es pronto para decir como se va a desarrollar el mercado pero si sigue la tendencia no tendremos una campaña mejor que el año pasado» explica Francisco Campillo, presidente de AVA-ASAJA, la agrupación de agricultores valencianos, en Sagunto. Este estancamiento no es debido a un exceso de producción, sino más bien a un cambio en las exigencias del mercado que sólo demanda frutas de alto calibre, a partir de 70 milímetros de diámetro, lo que ha llevado a que no encuentren hueco en el mercado las naranjas más pequeñas de esa medida.
En todo caso, según se señala, todo podría variar si se confirma que las heladas en Estados Unidos han afectado la cosecha naranjera en este país, lo que podría obligar a los operadores internacionales a acudir a Europa en busca de naranjas con las que suplir la demanda.