El Gran Maluc de Canet d’en Berenguer puso el broche a este 2010 con una nueva jornada de la Copa de España infantil, que, en este caso, se celebró en la localidad granadina de Atarfe.

La triple representación de la entidad comarcal salió con muy diverso sabor de boca y el mejor fue para Esther Sarió, que obtuvo la medalla de oro batiendo con autoridad a todas las rivales que se pusieron delante.

Con este triunfo, la judoka se mantiene en la segunda plaza del ranking español y recorta distancias con su rival directa por el título nacional.

Pablo Blánquez, por su parte, logró una medalla de plata con sabor amargo, ya que ganaba la final pero una discutida decisión arbitral le privó del oro. Ese fue también el principal problema de Adrián de Nalda, que no superó la repesca.

La próxima competición para el Gran Maluc será el 8 de enero en Tortosa.

Unos problemas en el empeine del pie impidieron a Fermín Galván alcanzar el objetivo que se había marcado en los últimos meses para poder disputar el Campeonato del Mundo de 24 horas en pista.

En cualquier caso, el ultrafondista porteño recorrió 191’563 kilómetros durante la carrera celebrada el pasado fin de semana en Barcelona, una cifra que le permite superar en 26 kilómetros el anterior registro que tenía en esta especialidad y pasar a ser el recordman autonómico de la especialidad, ya que la mejor marca valenciana estaba hasta el momento en 185’5 kilómetros.

Fermín fue séptimo en la clasificación general de una carrera con cerca de medio centenar de participantes y pese a realizar un «impresionante carrerón de principio a fin» se quedó a menos de 8’5 kilómetros de alcanzar los 200 que le hubiera asegurado el billete para el Mundial como integrante de la selección española.

El atleta del Cafeterías William tendrá ahora que esperar a una posible repesca para estar  presente en esta cita mundialista. Antes de desvelarse esa opción, Fermín Galván disfrutará de un merecido descanso navideño para cargar pilas de cara a otra temporada de ultrafondo.

La Peña Ciclista Porteña organizó el pasado domingo la tercera edición consecutiva de la Carrera del Pavo, que en esta ocasión se vio alterada por la lluvia que había caído durante las horas previas, además de la coincidencia con otras carreras en localidades cercanas.

Estas circunstancias mermaron la participación, que estaba prevista en torno a los 70 ciclistas y provocó que la organización redujera el recorrido de la carrera hasta las 30 vueltas a un circuito de cerca de 1 kilómetro habilitado en los alrededores del malecón de Menera.

Desde los primeros compases, los corredores mostraron su intención de buscar la victoria, aunque cinco fueron los ciclistas que consiguieron destacarse del resto. Dos de ellos, Pedro Gregori y Héctor Pons, ambos del UPV Bancaja, fueron alternándose en los ataques hasta que el primero, vencedor de la edición del pasado año, logró marcharse hacia el ecuador de la carrera.

Pedro Merlos, Levi Navarro y Enrique Ferruses intentaron por detrás dar caza al fugado, pero el poco entendimiento entre ellos les hizo imposible recortar la diferencia. Gregori seguía trazando las curvas con gran maestría hasta cruzar la meta en solitario con un tiempo de 43 minutos y 32 segundos.

Por detrás a 14 segundos, su compañero Pons se imponía al sprint, mientras que Enrique Ferruses (PC Porteña) era tercero. Los primeros clasificados recibieron una caja de Navidad, además de trofeos, mientras que Gregori volvió a marcharse a casa con un jamón.