Las Diabólicas está considerada una de las obras maestras del cine de suspense, que mantiene la tensión del espectador sin sobresaltos fáciles o efectos macabros, como suele ocurrir a menudo en el cine actual.

Clouzot creó una interesante historia de venganza, frialdad y pasión, sentando las bases para los thrillers futuros, al introducir giros y secuencias que enganchan al espectador desde el principio hasta el final, manteniendo un equilibrio entre la genialidad y la burla.

El ambiente, sombrío y angustioso de la película, es insustituible, las actuaciones de Simone Signoret y Véra Clouzot son magníficas, y entre ellas se intuye una relación que va más allá de la amistad. Para la escena en la que aparece el cadáver en la bañera, el director se inspiró en el corto de Luis Buñuel y Salvador Dalí Un perro andaluz, rodado en 1929. La planificación de la escena del crimen, muy propia de Hitchcock, posee elementos fantásticos, y es una de las escenas de suspense mejor logradas en la historia del cine, expresando el director su deseo de que no se revelara el final, a fin de que el espectador, que por primera vez viera la cinta, sintiera un efecto sobrecogedor.

El mismo día en que Clouzot compró los derechos de la novela, Hitchcock se interesó también por ellos, pero llegó tarde. A pesar de ello, su película: Vértigo (1958) posee elementos que recuerdan mucho la cinta del francés.

En países como Australia, Finlandia, Suecia, Noruega, Inglaterra y EE. UU. se estrenó la película, pero con algunas escenas censuradas.