La Guardia Civil de Valencia ha procedido en el marco de la operación “DARKNESS VII” a la detención de un varón de 37 años y de nacionalidad búlgara que, junto a otro varón, se dedicaban al robo con fuerza de cajeros de entidades bancarias, mediante el alucinaje de vehículos sustraídos.
Esta operación, desarrollada por parte de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Valencia se inició a principios del 2017 a raíz de un robo en la entidad bancaria, al objeto de poder identificar y detener al autor o autores de hechos delictivos ocurridos en estas poblaciones. En uno de los robos, estos individuos embistieron el coche policial para lograr la huida, provocando daños tanto al vehículo como a los agentes.
Hasta el momento acumulaban un total de 4 robos con fuerza en cajeros, 2 robos de vehículos, 2 delitos de hurto, 2 delitos de falsificación de documento público oficial, 2 delitos de daños y 1 delito de atentado.
Fruto de las gestiones realizadas por los responsables de este operativo, se logró esclarecer estos hechos e identificar a los dos autores, procediendo a la detención de uno de ellos y el otro, se pudo saber que ya no se encontraba en territorio español, hallándose en paradero desconocido.
Fase de Explotación
La fase de explotación de esta operación culminó con la detención de un varón de 37 años, de nacionalidad española, el cual tras ser puesto a disposición judicial ingresó en prisión. A esta persona se le atribuyen los delitos de robo con fuerza, robo vehículo a motor, hurto, falsificación de documento público, atentado y daños. Los robos en entidades bancarias fueron en las localidades de Montesa, Algimia de Alfara, Llanera de Ranes y Faura.
Modus operandi
Estas personas presuntamente sustraían vehículos todoterreno, de altas prestaciones que mantenían ocultos hasta el momento que decidían cometer el robo en la entidad bancaria seleccionada.
Una vez determinado el día de ejecución del robo en la entidad bancaria, horas antes, sustraían unas matricula de un vehículo similar las cuales colocaban a los coches sustraídos para darle apariencia de legalidad y así evitar que se descubriera la procedencia de los vehículos.
Con dicho vehículo, y aprovechando el poco tránsito de la nocturnidad debido a las horas intempestivas a las que acudían, embestían contra la entidad bancaria y luego intentaban arrancar el cajero de su anclaje, llegando incluso a usar enligas e imanes de gran potencia.
Las diligencias han pasado a disposición del Juzgado de Instrucción nº 2 de Sagunto.
