asta la fecha, alrededor de 750.000 pacientes en el mundo con COVID-19 han requerido de ventilación mecánica, lo que supone un elevado riesgo de disfunción cerebral aguda (coma y delírium)

Hospitales valencianos participan en un estudio internacional sobre la prevalencia del coma y el delírium en pacientes en UCI con COVID-19

El jefe de Sección de Anestesia del Hospital Clínico de València y profesor de la Universitat de València, Rafael Badenes El jefe de Sección de Anestesia del Hospital Clínico de València y profesor de la Universitat de València, Rafael Badenes Hospitales valencianos participan en un estudio internacional sobre la prevalencia del coma y el delírium en pacientes en UCI con COVID-19
Lunes, 18 Enero 2021 12:33

El Instituto de Investigación Sanitaria Incliva, del Hospital Clínico de Valencia, ha coordinado un estudio internacional y multicéntrico, liderado por el jefe de Sección de Anestesia del Hospital Clínico de València y profesor de la Universitat de València, Rafael Badenes, del Grupo de Investigación en Anestesia de Incliva, sobre la prevalencia del coma y el delírium, así como sobre los factores de riesgo asociados al desarrollo del delírium en pacientes con COVID-19 ingresados en Unidades de Cuidados Críticos (UCI).

En la investigación, cuyos resultados se reflejan en el artículo que acaba de publicarse en la prestigiosa revista Lancet Respiratory Medicine con el título Prevalence and risk factors for delírium in critically ill patients with COVID-19 (COVID-D): a multicentre cohort study, han participado el Valderbilt University Medical Center -bajo la coordinación de E. Wesley Ely, Pratik P. Pandharipande y Brenda T. Pun- y el proyecto HUCI, para la humanización de las Unidades de Cuidados Intensivos, impulsado y dirigido por Gabriel Heras.

Hasta la fecha, alrededor de 750.000 pacientes en el mundo con COVID-19 han requerido de ventilación mecánica, lo que supone un elevado riesgo de disfunción cerebral aguda (coma y delírium).

La investigación a la que se hace referencia en el artículo ha tenido como objetivos principales describir la prevalencia de este tipo de disfunción cerebral en los pacientes ingresados en una unidad de cuidados intensivos con COVID-19 y analizar, además, los factores de riesgo asociados al delírium, con el fin de desarrollar estrategias que mitiguen el delírium y las secuelas asociadas.

Badenes detectó que pacientes ingresados en UCI por COVID-19, por diferentes motivos, permanecían más tiempo sedados que otro tipo de pacientes y que, en ellos, la prevalencia de delírium estaba siendo muy elevada. Esta constatación le llevó a ponerse en contacto con el Valderbilt University Medical Center -líder en el estudio del delírium- e impulsar una investigación sobre este aspecto contando, además, con la colaboración del proyecto HUCI.

Se realizó un estudio de cohortes retrospectivo, teniendo en cuenta los datos de 2.088 pacientes ingresados en 69 UCI - el 50% de ellos, reclutados en centros españoles- de 14 países de todo el mundo, entre el 20 de enero y el 28 de abril de 2020, fecha que se marcó como de finalización ya que el 26 de mayo era la fecha tope para enviar los datos, que previamente se debían analizar.

La metodología de investigación partió de un protocolo de estudio, diseñado por Badenes, que fue enviado y trabajado conjuntamente con los investigadores e investigadoras de la Vanderbilt University Medical Center y del proyecto HUCI.

En la investigación han intervenido profesionales de los grupos de Anestesia y de Cuidados Intensivos del Hospital Clínico de València y han participado muy activamente diferentes departamentos y profesionales de Incliva.

Entre los centros hospitalarios españoles cabe citar, además del Hospital Clínico de València, otros de los que más pacientes han atendido con COVID-19 durante el periodo de estudio, como, por ejemplo, el Hospital General, el Doctor Peset y el Hospital La Fe de València; y Ramón y Cajal, 12 de octubre, Gregorio Marañón y La Paz, de Madrid.

El Dr. Badenes, tras el estudio realizado, sugiere la posibilidad de intervención ante dos factores de riesgo de desarrollo de delírium que son modificables: «el sobreuso de benzodiazepinas como sedantes», que propone retirar, y «la ausencia de visitas de familiares y amigos, tanto en persona como virtuales, porque está asociada con mucho más delírium, y estas estrategias podrían mitigar el delírium y sus secuelas asociadas».

En este sentido, el especialista propone dejar de utilizar este tipo de sedantes, que se han administrado al 70% de pacientes con COVID-19, e insiste en la importancia de favorecer un contacto más humano entre los familiares y sus amigos y los pacientes ingresados, si puede ser de un modo personal con todas las medidas de seguridad y, si no, de modo virtual.


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