Los puntos gatillo

 
Viernes, 24 Noviembre 2017 19:03

Una de las principales causas de dolor musculoesquelético en la sociedad actual es el Síndrome de Dolor Miofascial. El síndrome miofascial es un cuadro de dolor regional de origen muscular, localizado en un músculo o grupo muscular, que consta de una banda tensa, dolorosa, que se identifica mediante la palpación y en cuyo seno se encuentra el punto gatillo.
 
El punto gatillo es un punto o nódulo hipersensible que encontramos dentro de una banda tensa en el músculo esquelético o en su fascia asociada. Los puntos gatillo pueden ser activos o latentes. La diferencia entre ambos es que el dolor que el paciente reconoce como propio es el provocado por el activo, mientras que el latente genera sintomatología, pero no dolor de forma habitual; eso sí, presionar un punto gatillo latente generará dolor (local, referido...) y el resto de síntomas propios.
 
Los puntos gatillo provocan una gran variedad de síntomas, uno de ellos es el dolor referido, que provoca un dolor distal en una zona del cuerpo que no tiene que ser donde esté situado ese músculo. La severidad y la extensión de dolor referido dependen del grado de irritabilidad del punto gatillo, no del tamaño del músculo. Otro síntoma es la rigidez y debilidad en los músculos implicados que se puede acompañar de limitación en el movimiento. También pueden provocar dolores de cabeza y mareos e incluso signos del sistema nervioso autónomo.
 
Hay muchos factores que pueden hacer que se activen estos puntos gatillo como movimientos repetitivos (ya sea en el ámbito laboral o en el deporte), posturales por sobrecarga muscular o incluso un enfriamiento del músculo pueden aumentar la activación de un punto gatillo. También en personas que experimentan con frecuencia estrés y ansiedad pueden ser más propensos a desarrollarlos, ya que estas personas pueden ser más propensas a apretar sus músculos y crear una tensión mantenida que provoca una pérdida de calidad de vida pudiendo hacer que sea difícil conciliar el sueño por la noche.
 
Como podéis observar hay muchos motivos por los que se pueden activar estos puntos gatillo en cualquier zona musculoesquelética y dificultarnos cosas tan sencillas como el coger algún objeto, un movimiento o durante nuestro descanso; por ello hay diferentes tipos de tratamiento según la zona a tratar.
 
El tratamiento fisioterápico de los puntos gatillo miofasciales pueden ser conservadoras o invasivas y estas técnicas fisioterápicas se clasificarán atendiendo a si son manuales o instrumentales. Algunas de estas técnicas conservadoras son: estiramiento analítico, spray y estiramiento, técnicas de compresión, masoterapia y también se puede aplicar ultrasonidos, calor o electroterapia. Y como técnica invasiva la punción seca.
 
Germán Cabo Blánquez
Fisioterapeuta

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