El síndrome de Asperger es un conjunto de problemas mentales y de la conducta que forman parte del espectro del autismo. Las personas con este síndrome tienen habitualmente unas capacidades intelectuales normales, pero presentan algunos rasgos (intereses restringidos, un lenguaje literal, son generalmente incapaces de comprender el sentido de una metáfora) que afectan a su capacidad para las relaciones sociales.

 

El pasado 18 de febrero se celebró el día internacional de este síndrome. Es por este motivo por el cual la Federación Asperger de España quiere que se conozcan y se solucionen las dificultades que tienen las personas con síndrome de Asperger. Por un lado, denunciar la falta de equidad de la ley de educación, que debería garantizar el derecho a los apoyos educativos y las necesarias adaptaciones curriculares en la etapa escolar. Estas adaptaciones están reconocidas como derechos en las leyes, pero en la mayoría de los casos su cumplimiento acaba dependiendo de la voluntad de los profesores y maestros, encontrándose los afectados y sus familias con que esos derechos se otorgan como si fueran un trato de favor. Los niños con síndrome de Asperger se enfrentan al acoso escolar y la marginación en las escuelas e institutos y también de mayores en los puestos de trabajo. «Es inaceptable que la casi totalidad de los alumnos con síndrome de Asperger haya sufrido acoso escolar. Una consecuencia es que, al final, son las familias las invitadas a cambiar de centro escolar», afirman.

 

Además, es necesaria una Ley de Atención Temprana en todo el país, que garantice la asistencia pública de los niños afectados.

 

Con el objetivo de difundir la existencia y las necesidades de los niños con síndrome de Asperger, a lo largo de este día las distintas asociaciones celebraron diversas actividades por todo el país.