Se acerca San Valentín, una fecha del calendario en la que tratamos de mostrar a la pareja los sentimientos que tenemos hacia ella de manera algo más especial que el resto del año, y aunque si bien es cierto que es tan solo un día más y que no justifica que sea ese día el único que nos acordemos de comprar un bonito regalo o preparar una cena romántica, ya que cualquier día durante el año es bueno para el mismo fin, también es cierto que en ocasiones la acomodación y la justificación pueden hacernos caer en el error de no celebrar ese día ni tampoco cualquier otro del año, cuidar una relación de pareja es intentar crear momentos especiales cada día.
Como en cualquier relación, la de pareja también pasará a lo largo de los años por sus más y sus menos pero dependiendo de cómo la cuidemos se mantendrá en unos niveles adecuados para que los ingredientes más importantes no se estropeen. Tenemos que tener en cuenta que cada persona aprende a tener valores, creencias, necesidades, etc... de manera diferente, es decir, según lo que observamos de nuestros familiares, del comportamiento de nuestros padres, según las primeras experiencias en nuestros noviazgos, todo ello, nos irá marcando unas pautas sobre hacia dónde tenemos que dirigirnos, en ocasiones los aprendizajes serán positivos, pero otras veces nos harán caer en relaciones de dependencia, relaciones tóxicas, nos harán repetir errores…
No todos pensamos igual ni necesitamos lo mismo, pero sí hay unos ingredientes básicos saludables que deberían estar presentes en cualquier relación de pareja:
- La comunicación: la mayoría de las parejas que acuden a terapia psicológica tienen problemas para comunicarse adecuadamente, bien por no decir lo que piensan, por decirlo de una manera ofensiva o por concentrarse tanto en decir lo que piensan sobre las situaciones que no escuchan lo que le parece a la pareja. Una relación es de dos, si no estamos dispuestos a escuchar lo que nos tienen que decir, a ceder y a dar, no podemos tampoco exigir, ya que con el tiempo estropeará una de la partes más importantes de ésta.
- La actividad compartida: es importante encontrar cosas en común con la pareja y crear momentos cómplices, no sólo en fechas especiales en el calendario, sino en el día a día.
- La actividad individual: igual que debemos compartir debemos respetar los momentos de independencia y practicar algunas actividades u ocio de manera independiente.
- Las relaciones sexuales: son tan importantes como el resto de los ingredientes al contrario del dicho “el sexo no es lo importante”.
- El control del mal humor: en todas las personas se dan momentos de mal humor, es importante saber identificarlos y cómo podemos controlarlos.
- El respeto: respetar las decisiones de la pareja, incluso con las que no estemos de acuerdo si son a nivel personal, es fundamental tener claro que hay unos límites en toda relación.
Laura Ruiz Jurado
Psicóloga
Psicóloga
