La fiebre es un motivo de consulta muy frecuente, tanto en atención primaria como en los servicios de urgencia hospitalarios. Como han informado desde la Asociación Española de Pediatría, la mayoría de las veces está causada por enfermedades víricas o bacterianas leves, pero un pequeño porcentaje puede corresponder a una infección grave.

 

Como han informado desde esta entidad médica española, muchos estudios buscan qué datos pueden ser de ayuda para diferenciar los niños que tienen una enfermedad que precisa tratamiento de los que no.

 

Un estudio que ha sido realizado recientemente ha medido la fiebre de los niños menores de cinco años, cuando consultaban en un servicio de urgencias y también ha tenido en cuenta la fiebre referida por los padres de los pequeños.

 

En este estudio se incluyeron en el análisis un total de 15.781 episodios febriles en niños y niñas, con una temperatura de 38 ºC o más en las últimas 24 horas.

 

De este modo, según las conclusiones de este estudio, se encontraron que había niños que con fiebre elevada tenían una infección bacteriana, pero que podía haber niños con una infección de este tipo y que, en cambio, la fiebre no fuese tan elevada.

 

Por lo tanto, parece que el grado de fiebre, por sí solo, no es un dato suficiente que indique si el niño tiene una infección bacteriana o no.