Carmen Sanz e Inma Pereiró, hablan de su estudio sobre la siderúrgica local en el que demostraron los efectos producidos por los tóxicos entre los empleados expuestos a ellos y su consecuencia sobre la mortalidad por diferentes cánceres

La exposición a determinados tóxicos aumentó el riesgo de padecer cáncer a los trabajadores de AHV

Las autoras del estudio: Carmen Sanz Murciano e Inma Pereiró Berenguer Las autoras del estudio: Carmen Sanz Murciano e Inma Pereiró Berenguer
Viernes, 05 Noviembre 2021 21:22

Inma Pereiró Berenguer y Carmen Sanz Murciano son las autoras del estudio sobre la influencia que tuvo la siderúrgica local en la salud y mortalidad de los trabajadores. La motivación para dicho trabajo fue intentar desentrañar aspectos ligados a su profesión (médica)y sobre los que mostraban una sensibilidad especial que permitió afrontar una investigación muy laboriosa, que duró seis años y compaginaron con su profesión y con las tareas de madres. Fueron pioneras en realizar un estudio sobre este tema en la comarca, y para ello, utilizaron una herramienta novedosa en estudios de salud laboral en Europa y primera en la industria siderúrgica en España. Demostraron los efectos producidos por los tóxicos entre los trabajadores expuestos a ellos y su consecuencia sobre la mortalidad por diferentes cánceres. Aunque esta investigación fue publicada en Gaceta Sanitaria, después se hizo en la revista Braçal, recientemente, las autoras informaron de este estudio a la población local, en un acto muy concurrido de público, organizado por APIPS entidad de las que estas doctoras son socias.

El germen de esta investigación tiene su inicio sobre los años 83 /84 y se basa en la experiencia personal, de estas dos médicas, y en la observación de un aparente incremento de ciertas enfermedades graves, tumores, cirrosis, muerte prematura… en la población, sobre todo masculina, que ingresaba en el hospital comarcal o era atendida en las consultas y la sospecha sobre hasta qué punto trabajar en AHV podría estar asociado de algún modo a esta situación. «Pero la observación no basta y sabíamos que para llegar a establecer esta relación era necesario llevar a cabo una investigación rigurosa», indican.

Explican Inma y Carmen que la investigación se centró sobre aquellas sustancias tóxicas presentes en el proceso productivo de una industria siderúrgica y su relación con la aparición de enfermedades tumorales y aseguran que fue un estudio muy complejo ya que se realizó durante un periodo de seis años desde 1990 a 1996. En dicho trabajo, se recogió la historia laboral completa de los 7.018 personas que trabajaron, al menos un año, en la siderúrgica desde el 1 enero de 1950 hasta 31 diciembre de 1970, realizándoles un seguimiento hasta 31 diciembre de 1990, además, se buscaron las causas de defunción de los 2.786 trabajadores fallecidos.

Un trabajo innovador

Explican Sanz y Pereiró el método innovador que utilizaron en el estudio realizado: «Para medir la exposición profesional se elaboró una matriz de empleo-exposición, herramienta novedosa en estudios de salud laboral en Europa y primera en la industria siderúrgica en España que permitió demostrar los efectos de algunos tóxicos entre los trabajadores expuestos a ellos y su consecuencia sobre la mortalidad por diferentes cánceres y, sobre todo, podemos añadir que fue una investigación muy laboriosa, ya que todas las fuentes que se consultaron no estaban informatizadas, lo que hizo necesario recabar los datos de las fichas en papel tanto de la empresa, como del registro civil y de los hospitales».

Subrayan que «la tarea de asociar condiciones ambientales son muy complejas, porque, las sustancias presentes en un mismo puesto de trabajo son múltiples».

Las autoras enumeran esas múltiples sustancias:

· Un trabajador cambia de puesto de trabajo a lo largo de su vida laboral.

· Se estudian exposiciones ocurridas en el pasado, generalmente unos 20 o 40 años antes de las manifestaciones de la enfermedad.

Igualmente indican estas facultativas que para seleccionar las sustancias tóxicas estudiadas, tuvieron que abordar una decisión fundamental para el estudio, de todos los tóxicos que aparecen y están presentes a lo largo del proceso productivo, cuáles iban a seleccionar y por qué.

«De todos los agentes presentes, para nuestro estudio seleccionamos siete: humos o polvos de hierro, Sílice, Hidrocarburos aromáticos como el Benceno y el Benzopireno, Alquitrán y breas, Cromo y Níquel, ya que todos ellos estaban presentes en los procesos productivos de los departamentos de mayor relevancia y riesgo, ademas su papel cancerígeno estaba recogido en abundantes publicaciones científicas sobre estudios de salud laboral y toxicología industrial, tanto nacionales como internacionales y todos están reconocidos como pertenecientes al grupo I, con clara evidencia de carcinogénesis entre los humano, por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, dependiente de la OMS», afirman.

Enfermedades causa de muerte

El estudio realizado indicó, según explican de las autoras, que trabajadores de Altos Hornos fallecieron en primer lugar, de enfermedades cardiovasculares (30,6%), neoplasias (20,3%), digestivas (8,9%), respiratorias (7,1%), accidentes (2,9%) y otras. «Aquellos trabajadores expuestos a los tóxicos estudiados tuvieron mayor mortalidad que los no expuestos».

Y concretan que la sílice, el alquitrán y los humos de hierro «son los tóxicos asociados a un mayor riesgo de mortalidad para los cánceres estudiados, todos están presentes en los departamentos de producción (coque, horno alto, hornos de acero)».

Las autoras prosiguen enumerando tóxicos y sus efectos en los trabajadores que estuvieron expuestos a ellos: «La mortalidad por cáncer de pulmón, la encontramos aumentada en trabajadores expuestos a la sílice, alquitrán-breas y humos de hierro. En el caso de la sílice se ha llegado a cuantificar riesgos relativos (RR) iguales a 11, es decir es 11 veces superior entre los expuestos que en los no expuestos, al alquitrán de 4,67 y la exposición por humos de hierro u óxido de hierro provoca un riesgo de morir por cáncer de pulmón de 4,90».

En cuanto al cáncer de vejiga, concretan que aparece en personas expuestas a la sílice, alquitrán-breas y humos de hierro. Con RR de 7,44 en los expuestos a alquitrán.

La mortalidad por cáncer gástrico «la encontramos aumentada en los trabajadores expuestos a la sílice, cromo y humos de hierro, encontrándonos RR superiores a 3 para los expuestos a los humos de hierro y superiores a 5 para la sílice, destacando la exposición al cromo con RR de 9,94».

Finalizan las doctoras su exposición diciendo: «Si consideramos válida la hipótesis de que las medidas de prevención introducidas en los años 60 (1965-Plan Sagunto), condicionaron una disminución en los cánceres laborales (sobre todo el de pulmón), podríamos deducir que reforzar la prevención en el lugar de trabajo disminuirá el exceso de riesgo que todavía existe». Es importante resaltar que, hasta la fecha, se desconoce si se ha realizado algún otro estudio sobre riesgos laborales de algunas de las industrias existentes en el municipio.


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Modificado por última vez en Viernes, 05 Noviembre 2021 18:45

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