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Las interrupciones en los servicios de vacunación fueron generalizadas en 2020, y las Regiones de Asia Sudoriental y el Mediterráneo Oriental de la OMS fueron las más afectadas

La pandemia de COVID-19 causa un importante retroceso en la vacunación infantil

Martes, 03 Agosto 2021 12:59

23 millones de niños se quedaron sin las vacunas básicas administradas a través de los servicios de inmunización sistemática en 2020 – 3,7 millones más que en 2019 - según se desprende de los datos oficiales publicados por la OMS y el UNICEF. Esta última serie de datos globales sobre la vacunación infantil en todo el mundo, las primeras cifras oficiales que reflejan las interrupciones de los servicios a nivel mundial debido a la COVID-19, muestra que la mayoría de los países registraron el año pasado descensos en las tasas de vacunación infantil.

Para la OMS y UNICEF resulta preocupante que la mayoría de estos niños – hasta 17 millones – probablemente no recibieron ni una sola vacuna durante ese año, lo que agrava las enormes desigualdades ya existentes en el acceso a las vacunas. La mayoría de estos niños viven en comunidades afectadas por conflictos, en lugares apartados donde la atención es deficiente, o en entornos informales o barrios marginales, donde sufren múltiples privaciones, como el acceso limitado a los servicios básicos de salud y a los servicios sociales fundamentales.

«Mientras los países claman por conseguir las vacunas contra la COVID-19, hemos retrocedido en otras vacunaciones, dejando que los niños estén expuestos al riesgo de contraer enfermedades devastadoras pero prevenibles, como el sarampión, la poliomielitis o la meningitis», dijo el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. «La aparición de múltiples brotes de enfermedades sería catastrófica para las comunidades y los sistemas de salud, que ya están luchando contra la COVID-19, por lo que es más urgente que nunca invertir en la vacunación infantil y garantizar que se atienda a todos los niños», comentó.

Las interrupciones en los servicios de vacunación fueron generalizadas en 2020, y las Regiones de Asia Sudoriental y el Mediterráneo Oriental de la OMS fueron las más afectadas. Al reducirse el acceso a los servicios de salud y el alcance de la vacunación, el número de niños que no recibieron ni siquiera sus primeras vacunas aumentó en todas las regiones. En comparación con 2019, 3,5 millones más de niños no recibieron su primera dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTP-1), mientras que 3 millones más de niños se quedaron sin su primera dosis de la vacuna contra el sarampión.

«Estos datos deberían ser una clara advertencia – la pandemia de COVID-19 y las perturbaciones relacionadas con ella nos han hecho perder un terreno valioso, algo que no podemos permitirnos – y las consecuencias tendrán un costo en términos de vidas y del bienestar de los más vulnerables», declaró Henrietta Fore, Directora Ejecutiva del UNICEF. «Ya antes de la pandemia había indicios preocupantes de que estábamos empezando a perder terreno en la lucha por la inmunización de los niños contra las enfermedades infantiles prevenibles, incluidos los brotes generalizados de sarampión que se produjeron hace dos años. La pandemia no ha hecho más que agravar una situación ya de por sí crítica. Todos tenemos en mente la distribución equitativa de las vacunas contra la COVID-19, pero hemos de recordar que la distribución de las vacunas siempre ha sido desigual, aunque no tiene por qué serlo», añadía.

Incluso antes de la pandemia de COVID-19, la tasas mundiales de vacunación infantil contra la difteria, el tétanos, la tos ferina, el sarampión y la poliomielitis se habían mantenido durante varios años en torno al 86%. Esta tasa se sitúa muy por debajo del 95% recomendado por la OMS para proteger contra el sarampión – que suele ser la primera enfermedad en resurgir cuando no se vacuna a los niños – y es insuficiente para acabar con otras enfermedades prevenibles mediante vacunación.

Al reasignarse numerosos recursos y una gran parte del personal para apoyar la respuesta a la COVID-19, se han producido importantes interrupciones en la prestación de servicios de inmunización en muchas partes del mundo. En algunos países, se han cerrado los dispensarios o se ha reducido su horario, mientras que las personas pueden mostrarse reacias a acudir a los servicios de atención de salud por miedo al contagio o tener dificultades para acceder a dichos servicios debido a las medidas de confinamiento y a las interrupciones en el transporte.


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