En terapia con padres

 
Lunes, 13 Noviembre 2017 13:40

Al trabajar con niños es recomendable trabajar también con padres para obtener mejores resultados, muchos problemas infantiles provienen del mundo adulto y existen aspectos importantes a conocer:
 
1º) Ajustar expectativas: es normal llegar a consulta ansiosos por los conflictos, pero muchos padres esperan ver la solución desde el principio, un cambio en nuestro hijo implica cambiar todos, aprendiendo nuevos hábitos con práctica, paciencia, tiempo… no es cosa del psicólogo y el niño solo, según avancen los padres avanzará el hijo, no se trata de hacerlo perfecto o eliminar el problema, sino de saber actuar cuando aparezca.
 
2º) Ser consecuente: si cambiamos de autoritarios a permisivos ante cosas igualmente importantes, por ejemplo, aplicando consecuencias si suspende pero no si insulta, perjudicamos el cambio e integración de nuevas pautas, debemos ser democráticos.
 
3º) Paz parental: muchos padres discrepan en las pautas, contradiciéndose y creando alianzas con sus hijos contra el otro, provocando que el niño se confunda, restándole seguridad familiar y haciendo que vea a sus padres en positivo o negativo, además, esto perjudica la pareja.
 
4º) Dar validez al terapeuta: es común escuchar “esto no funcionará con mi hijo… le conozco”. Lo que nos parece algo que ya habíamos hecho nosotros, puede funcionar si cambiamos detalles como la comunicación no verbal, la cantidad de avisos y otros cambios constantes, teniendo resultados totalmente distintos, en la mayoría de ocasiones no es el niño, es cómo aplicamos la pauta.
 
5º) Eliminar sobreprotecciones: no dejar autonomía estudiando con ellos, no aplicar la pauta por creer que es muy dura o por evitar posibles enfrentamientos… al aplicar normas nuevas suelen aparecer conflictos, si somos consecuentes y reforzamos bien todo mejorará.
 
6º) Cumplir las promesas: si hablamos de posibles consecuencias positivas o negativas a los hijos pero no lo cumplimos, dejan de ser reforzantes y no entienden el motivo por el que deben actuar de una manera u otra.
 
7º) Aprobarles: muchos padres no refuerzan a sus hijos desaprobando sus acciones, esto perjudica su autoestima y provoca una actitud agresiva, hay que controlar las emociones al castigar o premiar, algunos padres ven duro dejarles sin privilegios, pero en cambio ven más normal gritarles o pegarles.
 
8º) Ser padres: es un error buscar una relación de amistad con el hijo y creer que las consecuencias les traumatizan, los padres deben educar compartiendo, disfrutando, enseñando, poniendo consecuencias o premiando cuando necesiten, ser padres no es sinónimo de distancia, se puede negociar, pero sobretodo, se debe guiar.
 
9º) Sin comparaciones: dicen que las comparaciones son odiosas, los niños necesitan refuerzo, todos somos diferentes a pesar de estar criados en el mismo hogar, por ello, deberías ajustar tu actitud según las necesidades de cada hijo siendo consecuente en la educación general y no fomentando celos entre hermanos.
 
Laura Ruiz Jurado
Psicóloga

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