Se acabaron las vacaciones para muchos y el calor tiene ya fecha de caducidad. Después de las vacaciones tenemos que volver a la realidad y ser conscientes de los cambios que nuestro cuerpo ha experimentado. Todos queremos quitarnos ese par de kilitos de más que hemos cogido y volver a cuidarnos hasta las vacaciones del año que viene.

 

Como Coaching Nutricional, os voy a guiar para cambiar los hábitos alimenticios que hemos adquirido estos meses y cambiarlos para sentirnos mejor y que ello contribuya a nuestro buen estado de salud.

 

En verano nos permitimos ciertas licencias que el resto del año llevamos más controladas. Tomamos más helados, refrescos, cerveza, etc. La parte buena es que en la alimentación solemos compensar dado que el calor da pie a tomar comidas frías tales como ensaladas, gazpachos, frutas... Pero cuando vamos al pueblo, al apartamento o de viaje, cambiamos a comidas más consistentes y picamos más entre horas.

 

Reeducar nuestra manera de alimentarnos es muy fácil y para nada aburrido. Lo ideal es continuar tomando verduras y frutas principalmente, dado que su aporte calórico es muy bajo. También legumbres, cereales, pescado y carnes. Os pongo un ejemplo:

 

Para el desayuno lo ideal sería un vaso de leche y una pieza de fruta. La leche si es desnatada, mejor o leche de avena, soja, etc.

 

En el almuerzo tomaremos otra pieza de fruta y una tostada con aceite, tomate y sal. (Pan integral preferiblemente).

 

La comida debe constar de dos platos y postre. El primer plato podría ser una ensalada variada ya que es preferible que al menos un pequeño porcentaje de las verduras que ingerimos, sean crudas. El segundo plato nos permite elegir entre arroz, pasta, verduras, legumbres. Siempre siendo las verduras el ingrediente principal, tanto solas o con arroz, con pasta o legumbres. Para el postre fruta.

 

Para la merienda podemos tomar un yogur (desnatado) y otra pieza de fruta.

 

Por la noche dejamos paso a la carne, el pescado y los huevos. Podéis combinarlos con verduras a la plancha, hervido, ensalada, caldo de verduras, etc. Y para postre, fruta de nuevo.

 

De esta manera, ingerimos mucha fruta y verdura que dado su alto contenido en fibra, nos ayuda eliminar todo lo que nuestro organismo no necesita, así como a eliminar más líquido retenido.

 

Dicho todo esto, tendremos que:

 

Tomar entre 1.5 litro y 2 litros de agua diarios.

 

Realizar ejercicio físico entre dos y tres días a la semana.

 

Seguir una dieta equilibrada (como la que os acabo de ofrecer).

 

Procurar realizar siempre 5 comidas diarias para mantener nuestro metabolismo activo y no ralentizarlo.

 

Seguid estas pautas y conseguiréis manteneros en vuestro peso y manteneros sanos para afrontar otro año de trabajo.