#Wikimorvedre Nomenclator de Puerto de Sagunto (III)

Escrito por Albert Llueca Juesas
Viernes, 31 Marzo 2017 15:53

Músicos, comerciantes, escritores... tres hombres que por hache o por be quedan en el recuerdo de mucha gente.
 
VILLAR GONZÁLEZ, MIGUEL. (Sagunto, 1913 - Gandía, 1996). Músico y compositor. Inició sus primeros pasos en el mundo de la música en su ciudad natal. Fue discípulo de Joaquín Turina y Miguel Asensi. En 1940 abandona el Ejército con el grado de capitán para dedicarse exclusivamente a la música civil. Ha sido director de las bandas de Llaurí, Carcaixent, Tavernes de la Valldigna, Xeraco y de Sax, entre otras.
Compuso las zarzuelas “La Sultana de Castilla” y “La fuente de la Mora”. Cultivó la comedia musical, “Fosca”, “Escaparate fallero”, los poemas sinfónicos, aperturas y suites; como “La barraca”, “Alquería Artal de Alagón”, “Puzkala”, “Estampas sinfónicas”, “Un zapatero en Viena”. Es autor de un gran número de himnos y pasodobles.
 
Director de la banda de la ciudad alicantina de Sax desde 1966 hasta su jubilación en 1978. Sus herederos, tras su fallecimiento, han depositado bajo la tutela del Ayuntamiento de aquella ciudad del Medio Vinalopó el importante legado cultural y musical de Miguel Villar. Fondo compuesto por 679 documentos, entre partituras originales, libros, revistas y epistolario. Cuadros, placas, pergaminos, medallas, fotografías y esculturas del compositor saguntino.
 
CARUANA ALOY, FAUSTO. (Sagunto,01/06/1875 - 04/01/1945). Abogado. Se licenció en la Universidad de Valencia en 1897. El profundo conocimiento de su ciudad y sus habitantes, junto a unas marcadas dotes personales, le valieron servir de intermediario en muchas ocasiones entre sus convecinos y los empresarios vascos que a principios del siglo XX iniciaran la industrialización del Camp de Morvedre. Fausto Caruana fue el abogado de la Compañía Minera de Sierra Menera desde 1901 y de la Siderúrgica del Mediterráneo desde 1917 hasta su fallecimiento en 1945. Caruana intervino en la transformación de su pequeña ciudad. Negoció y consiguió el embarque de la naranja a través del puerto de Sagunto. Transformó cultivos, abrió pozos y rotuló montañas. Hizo realidad la instalación del agua potable en el poblado del puerto de Sagunto y creó una empresa productora de electricidad, propiciando la electrificación de los pueblos de la comarca.
 
MARTÍNEZ GIL, ALBERTO. (Sagunto, 21/08/1927 – 01/02/1994). Comerciante y escritor. De su padre, Alberto Martínez Casino, persona de profundas convicciones republicanas heredó su humanismo solidario y su espíritu emprendedor. A finales de la década de los cuarenta cursó estudios de Peritaje Comercial en Valencia. A los 22 años inició el servicio militar en el Cuerpo de Artillería de Costa en Mallorca. Durante su estancia en la isla balear, dando muestras de sus inquietudes literarias, aprovechó la ocasión para tomar contacto de primera mano con la literatura catalana en aquellos días relegada y clandestina. Después de unos años en Barcelona vuelve a Puerto de Sagunto en 1955 y se hace cargo del negocio familiar. En 1957 Alberto Martínez contrajo matrimonio con María Violeta Juan (Sagunto 17/12/1936).
 
Gran amante de los deportes de competición. Participó activamente en la puesta en marcha del Club Marítimo de Regatas de Sagunto. Proyecto que culminó con la creación de Puerto Deportivo Siles.
 
Miembro de las primeras juntas directivas que presidía el doctor José María Siles. Su voluntad de servir a la comunidad le llevó a la presidencia de la Asociación de Comerciantes de Sagunto de 1980 a 1987. Se destacó por su indestructible defensa de la siderúrgica. Fueron numerosos sus escritos de protesta por la reestructuración de la cabecera de A.H. M. Promotor de la campaña de apoyo al comercio local. Impulsó el recurso contra el Impuesto de Radicación.
 
Concejal del Ayuntamiento de Sagunto después de las elecciones de 1983 que presidía José García Felipe. Después de su etapa de regidor municipal participó activamente en la comisión cívica creada para reivindicar que el puerto marítimo de Sagunto se abriese al tráfico marítimo comercial.
 
Centró la última etapa de su vida en la crítica periodística. Desde su creación, en 1986, mantuvo una columna quincenal fija en el periódico El Económico de Sagunto que el mismo denominó “Desde el campanil”. En 1995 se le tributó un homenaje póstumo dedicándole el Ayuntamiento una de las calles de la ciudad, muy cerca de su residencia habitual y se le proclamó “Hijo Predilecto de Sagunto”. Se publicó un libro que recoge los artículos publicados, “Desde el campanil”, en El Económico de Sagunto.
 
Albert Llueca Juesas
Presidente del Arxiu Camp de Morvedre

 

 

SUCESOS

SALUD