#wikimorvedre Privilegios de las aguas del río Palancia

Escrito por Albert Llueca Juesas
Viernes, 21 Octubre 2016 16:12

El río que pasa por Sagunto nace en la rambla Seca, en término municipal de El Toro, en la sierra de Javalambre, con un recorrido, hasta su desembocadura, de 75 kilómetros.
 
El historiador y cronista del reino de Valencia Pere Antoni Beuter (Valencia 1495-1554) llama Palancia a nuestro río. No sabemos si fue este el primer nombre conocido, pero es el que adquirió carta de naturaleza. De sobra son conocidas las crónicas que nos hablan de la existencia de un templo dedicado a Pallas-Minerva, al pie mismo del río que baña los muros de la antigua ARSE. En la ciudad ibera se acuñó, tres siglos antes de Cristo, monedas con el busto de Palas Minerva, diosa griega adoptada por el pueblo romano. Palas es la diosa de la sabiduría, de las artes y de los oficios. Su nombre se cita en los poemas homéricos, junto a Minerva y Athenea.
 
De siempre Sagunto gozó de una serie de privilegios sobre las aguas del Palancia. Con la construcción del azud o presa de Algar y la aceptación de normas, privilegios y reparos de las aguas aceptadas por Jaume I al dictar, en 4 de las kalendas de agosto de 1248, la Carta Magna de las aguas de riego a favor de la villa de Morvedre:
 
“Concedemos a vosotros y a vuestros sucesores perpetuamente, que toda aquella agua que pasa por el río de Segorbe y por la acequia de Torres Torres, la poseía para los usos y utilidades vuestras, en cualquier mes, continuamente, de día y de noche, durante los quince días primeros de cada mes. De tal manera que en estos dichos quince días y noches, nadie se atreva haceros impedimento alguno a vosotros, pobladores de Murviedro; para que toda la antedicha agua, la tengáis libremente y la percibáis integra para regar, beber, moler y para todas las otras necesidades y utilidades vuestras y usos. Y si alguno os hiciera estorbo en toda la dicha agua o en parte de la misma, durante los prefijados quince días y sus noches, sepa que viene obligado a satisfacer la pena de mil sueldos reales de Valencia. Queremos también y mandamos que el agua de la Vall de Segó y la que pasará por Murviedro, se distribuya y se rija según antiguamente se acostumbraba en tiempo de los sarracenos y esto se haga libremente y sin tributo alguno”.
 
El 5 de junio de 1260, en Barcelona, el rey Jaime I concedió un nuevo privilegio a Morvedre: la facultad de tomar las aguas de la acequia de Moncada para el riego de las tierras de Arrif. En 1303 Jaime II dispone, para su saneamiento y mejora de los terratenientes del Rif, se abra un canal en dirección al estanque de Puzol para desecar los marjales y convertirlos en tierra de cultivo quedando asegurados los riegos en todas las huertas de Morvedre. En el zud de Algar nace la acequia principal, la de Torres Torres o Acequia Mayor de Sagunto. Las presas de Sagunto, Estivella y Gausa completan el aprovechamiento de las aguas del Palancia.
 
Las concesiones reales fueron del uso de las aguas, reservándose el Real Patrimonio la propiedad de la pesca, el suelo de los ríos, el derecho de dar en feudo los molinos... privilegios que eran ignorados por los señores territoriales de los pueblos que utilizaban las aguas del Palancia para los riegos y que fueron causa de largos pleitos que mermaron los derechos de Morvedre en beneficio de la tradición de que los pueblos ribereños que no podían construir presas de cal y canto para la toma de aguas hasta el siglo XVII.
 
En el arbitraje de 1526, dictado para dirimir el conflicto entre Morvedre y el señor de Torres Torres, Algimia de Alfara y Alfara de Algimia, se aclara que el acequiero de Morvedre es el árbitro en la distribución de las aguas del río. En el siglo XVII los señores territoriales consiguen de la Real Audiencia de Valencia que el agua de la Acequia Mayor de Sagunto sea distribuida ciertos días, entre los pueblos de Albalat de Tarongers, Estivella, Gilet, Torres Torres, Algimia de Alfara, Alfara de Algimia y Petrés.
 
A lo largo del siglo XVIII se suceden una serie de pleitos por las aguas del Palancia y su uso por las poblaciones ribereñas. El Real Consejo Supremo de Aragón reintegró a Morvedre el dominio de estas aguas, pero un suceso provocado por una fuerte tormenta el 22 de octubre de 1776 inició la pérdida de los soberanos derechos que gozó Morvedre durante siglos. La tormenta destruyó, en parte, la presa o azud de Algar y los canales que de ella nacen, pidiendo las autoridades morvedrinas al señor de Estivella la habilitación de una antigua presa y este, so pretexto de que no realizaba las obras la villa, logró una providencia favorable para que se cerrara la presa, acuerdo contra el que se alzó la villa ante el Consejo de Castilla con el nefasto final de las pérdidas de los privilegios concedidos a Morvedre. Los autos de 1796 y 1798 merman para siempre los derechos reales que le otorgaron a la villa, compartiendo, desde entonces, las aguas del Palancia con los otros pueblos del antiguo Terme General de Morvedre.
 
Albert Llueca Juesas
Presidente del Arxiu Camp de Morvedre

 

 

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